Si ves el asno de quien te odia ca do bajo la carga, guárdate de abandonarlo; a una con su due o acudirás en su ayuda.
Lucas 5:7 - Biblia Castilian 2003 Entonces hicieron se as a los compa eros que estaban en la otra barca para que vinieran a ayudarles; acudieron y llenaron tanto las dos barcas que casi se hund an. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían. Biblia Nueva Traducción Viviente Un grito de auxilio atrajo a los compañeros de la otra barca, y pronto las dos barcas estaban llenas de peces y a punto de hundirse. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces hicieron señas a sus compañeros que estaban en la otra barca para que vinieran a ayudarles. Vinieron y llenaron tanto las dos barcas, que por poco se hundían. La Biblia Textual 3a Edicion E hicieron señas a los compañeros en la otra barca para que vinieran° a ayudarles. Y fueron y llenaron ambas barcas, hasta tal punto que se hundían.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca para que vinieran a ayudarles; acudieron y llenaron tanto las dos barcas que casi se hundían. Biblia Reina Valera Gómez (2023) E hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían. |
Si ves el asno de quien te odia ca do bajo la carga, guárdate de abandonarlo; a una con su due o acudirás en su ayuda.
Y ellos, despidiendo al pueblo, se llevan a Jesús, tal como estaba, en la barca; también le acompa aban otras barcas.
Lo hicieron as, y recogieron tan gran de cantidad de peces que las redes estaban a punto de romperse.
Cuando Simón Pedro vio esto se echó a los pies de Jesús, diciéndole: 'Apártate de m, Se or, que soy hombre pecador'.
Ayudaos los unos a llevar las cargas de los otros, y as cumpliréis la ley de Cristo.
Y a ti te ruego, mi sincero S zigo, que les ayudes, ya que ellas me asistieron en la lucha por el evangelio, junto con Clemente y los demás colaboradores m os, cuyos nombres están en el Libro de la Vida.