Tomó Abrahán la le a del holocausto y la cargó sobre Isaac su hijo; él tomó en su mano el fuego y el cuchillo, y se fueron los dos juntos.
Lucas 24:26 - Biblia Castilian 2003 ¿Acaso no era necesario que el Cristo padeciera esas cosas para entrar en su gloria?'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? Biblia Nueva Traducción Viviente ¿Acaso no profetizaron claramente que el Mesías tendría que sufrir todas esas cosas antes de entrar en su gloria? Biblia Católica (Latinoamericana) ¿No tenía que ser así y que el Mesías padeciera para entrar en su gloria?' La Biblia Textual 3a Edicion ¿Acaso no era necesario que el Mesías padeciera estas cosas y entrara en su gloria? Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Acaso no era necesario que el Cristo padeciera esas cosas para entrar en su gloria?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? |
Tomó Abrahán la le a del holocausto y la cargó sobre Isaac su hijo; él tomó en su mano el fuego y el cuchillo, y se fueron los dos juntos.
Pasadas las sesenta y dos semanas matarán al ungido y nada quedará. Vendrá un pr ncipe con su tropa y destruirá la ciudad y el santuario. El final será un cataclismo, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones decretadas.
Álzate, espada, contra mi pastor contra mi ayudante - oráculo de Yahveh Sebaot -. Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas: volveré mi mano contra los zagales.
Después les dijo: 'Éstas son las palabras que yo os dije cuando todav a estaba con vosotros: tiene que cumplirse todo lo que está escrito acerca de m en la ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos'.
y les dijo: 'As está escrito: que el Cristo ten a que padecer; que al tercer d a hab a de resucitar de entre los muertos,
que el Hijo del hombre hab a de ser entregado en manos de hombres pecadores y hab a de ser crucificado, pero que al tercer d a hab a de resucitar'.
Luego, cuando Jesús fue resucitado de entre los muertos, se acordaron sus disc pulos de lo que hab a dicho y creyeron en la Escritura y en las palabras dichas por Jesús.
Pues todav a no hab an entendido la Escritura: que él ten a que resucitar de entre los muertos.
explicando y demostrando que era necesario que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos, y que 'éste es el Cristo, este Jesús a quien yo os anuncio'.
fija nuestra mirada en el jefe iniciador y consumador de la fe: Jesús. El cual, a la vista de la dicha que se le presentaba, soportó la cruz, sin tomar en cuenta la ignominia, y está sentado a la diestra del trono de Dios.
Ellos investigaban a qué tiempo y a qué circunstancias se refer a el esp ritu de Cristo que estaba en ellos y que testificaba de antemano los padecimientos reservados a Cristo y las glorias que los seguir an.
Bendito Dios, Padre de nuestro Se or Jesucristo, quien según su gran misericordia, nos reengendró a una esperanza viva por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos,