porque el sol se oscureció. El velo del templo se rasgó por medio.
Y el sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por la mitad.
La luz del sol desapareció. Y, de repente, la cortina del santuario del templo se rasgó por la mitad.
En ese momento la cortina del Templo se rasgó por la mitad,
El sol se eclipsó,° y el velo° del templo se rasgó por el medio.
Y el sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por el medio.
Hizo, además, el velo de púrpura violácea, de púrpura escarlata, de carmes y de lino fino; y mandó bordar sobre él querubines.
Y al momento, el velo del templo se rasgó en dos de arriba abajo; la tierra tembló y las rocas se hendieron;
Y el velo del templo se rasgó en dos de arriba abajo.
Como a un ancla firme y segura de nuestra vida nos asimos a esta esperanza, que va penetrando hasta detrás del velo,