Mastines me circundan y me asedia una turba de malvados, ligadas mis manos y mis pies.
Lucas 23:27 - Biblia Castilian 2003 Le segu a una gran muchedumbre de pueblo, también mujeres, que iban llorando y lamentándose por él. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y le seguía gran multitud del pueblo, y de mujeres que lloraban y hacían lamentación por él. Biblia Nueva Traducción Viviente Una gran multitud lo seguía, incluidas muchas mujeres que lloraban desconsoladas. Biblia Católica (Latinoamericana) Lo seguía muchísima gente, especialmente mujeres que se golpeaban el pecho y se lamentaban por él. La Biblia Textual 3a Edicion Y lo seguía mucha gente del pueblo, y de mujeres que lamentaban y lloraban por Él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Le seguía una gran muchedumbre de pueblo, también mujeres, que iban llorando y lamentándose por él. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y le seguía una gran multitud del pueblo, y de mujeres que le lloraban y lamentaban. |
Mastines me circundan y me asedia una turba de malvados, ligadas mis manos y mis pies.
Os tocamos la flauta y no habéis bailado; entonamos lamentaciones y no habéis gemido'.
Hab a también all muchas mujeres que miraban desde lejos, las cuales hab an seguido a Jesús desde Galilea para servirle.
Hab a además unas mujeres que miraban desde lejos, entre las cuales estaban también Mar a Magdalena, Mar a, la madre de Santiago el Menor y de José, y Salomé,
Volviéndose hacia ellas, Jesús les dijo: 'Hijas de Jerusalén, no lloréis por m; llorad, más bien, por vosotras y por vuestros hijos.
Las mujeres que hab an acompa ado a Jesús desde Galilea siguieron de cerca y observaron el sepulcro y cómo quedaba colocado el cuerpo de Jesús.
y algunas mujeres que hab an sido curadas de esp ritus malignos y de enfermedades: Mar a, llamada Magdalena, de la cual hab an salido siete demonios;
Todos lloraban y se lamentaban por ella. Pero él dijo: 'No lloréis más; no ha muerto, sino que está durmiendo'.
De verdad os lo aseguro: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras que el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegr a.