Por eso no tememos si la tierra se muda, si los montes se desploman en el mar,
Lucas 21:25 - Biblia Castilian 2003 Habrá se ales en el sol, en la luna y en las estrellas. En la tierra, las naciones serán presa de angustia por los bramidos del mar y el estruendo de las olas Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; Biblia Nueva Traducción Viviente »Y habrá señales extrañas en el sol, en la luna y en las estrellas. Y aquí en la tierra, las naciones del mundo estarán en caos, perplejas por los mares rugientes y las mareas extrañas. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces habrá señales en el sol, la luna y las estrellas, y por toda la tierra los pueblos estarán llenos de angustia, aterrados por el estruendo del mar embravecido. La Biblia Textual 3a Edicion Y habrá señales en el sol, la luna, y las estrellas;° y sobre la tierra, angustia de las gentes en desespero ante el bramido del mar y el oleaje, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas. En la tierra, las naciones serán presa de angustia por los bramidos del mar y el estruendo de las olas Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de naciones en confusión; bramando el mar y las olas; |
Por eso no tememos si la tierra se muda, si los montes se desploman en el mar,
Los astros del cielo y sus constelaciones no alumbrarán; se oscurecerá el sol en su orto, la luna no irradiará su luz.
¡Ay! Bramido de pueblos numerosos como el bramar de los mares rebramantes; rugido de naciones como el rugido de aguas caudalosas rugientes.
Enrojecerá la blanquecina, palidecerá el ardoroso cuando reine Yahveh Sebaot en el monte Sión y en Jerusalén y esté ante sus ancianos la gloria.
Bramará contra él, aquel d a, como brama el mar. Se mirará a la tierra, y no habrá más que densas tinieblas, los nubarrones oscurecerán la luz.
Pues yo, Yahveh, soy tu Dios, que agita el mar y braman sus olas; Yahveh Sebaot es su nombre.
'En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran pr ncipe, el defensor de los hijos de tu pueblo; será un tiempo de angustia, cual no lo ha habido desde que existen las naciones hasta entonces. En aquel tiempo se salvará tu pueblo, todos los que estén inscritos en el libro.
Su bondad es como una zarza, su justicia como un seto de espinas. Es el d a que anunciaron tus centinelas: tu castigo ha llegado. ¡Ahora será el momento de su confusión!
Inmediatamente después de la tribulación de aquellos d as, el sol se obscurecerá y la luna no dará su brillo, las estrellas caerán del cielo y el mundo de los astros se desquiciará.
Desde la hora sexta hasta la hora nona toda aquella tierra quedó sumida en tinieblas.
Pero en aquellos d as, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá y la luna no dará su brillo,
Entonces verán al Hijo del hombre venir en las nubes con gran poder o y majestad.
Llegada la hora sexta, quedó en tinieblas toda aquella tierra hasta la hora nona.
Caerán al filo de la espada y serán llevados cautivos a todas las naciones; Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que el plazo de los gentiles se cumpla.
y los hombres quedarán sin aliento por el miedo y la ansiedad de lo que están viendo venir sobre la tierra. Porque el mundo de los astros se desquiciará.
Haré prodigios arriba en el cielo, y se ales abajo en la tierra: sangre y fuego y vapor de humo;
Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él. Huyeron de su presencia la tierra y el cielo, y no se les volvió a ver en ningún lugar.