Al tercer d a se presentó Jeroboán acompa ado de todo el pueblo ante Roboán, como les hab a indicado el rey cuando les dijo: 'Volved a m dentro de tres d as'.
Lucas 2:46 - Biblia Castilian 2003 Y resultó que a los tres d as lo encontraron en el templo, sentado ante los doctores, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles. Biblia Nueva Traducción Viviente Tres días después, por fin lo encontraron en el templo, sentado entre los maestros religiosos, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Biblia Católica (Latinoamericana) Al tercer día lo hallaron en el Templo, sentado en medio de los maestros de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. La Biblia Textual 3a Edicion Y aconteció que después de tres días, lo hallaron en el templo, sentado° en medio de los maestros, no sólo oyéndolos, sino también haciéndoles preguntas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y resultó que a los tres días lo encontraron en el templo, sentado ante los doctores, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores, oyéndoles y preguntándoles. |
Al tercer d a se presentó Jeroboán acompa ado de todo el pueblo ante Roboán, como les hab a indicado el rey cuando les dijo: 'Volved a m dentro de tres d as'.
El Se or Yahveh me ha dado lengua de disc pulos, para que sepa sostener al cansado con una palabra. Él me despierta ma ana tras ma ana, para que escuche como los disc pulos.
Porque as como estuvo Jonás en el vientre del monstruo marino tres d as y tres noches, as estará el Hijo del hombre en las entra as de la tierra tres d as y tres noches.
A partir de entonces comenzó Jesucristo a declarar a sus disc pulos que ten a que ir a Jerusalén, que hab a de padecer mucho de parte de los ancianos, de los pont fices y de los escribas y que ser a llevado a la muerte, pero que al tercer d a hab a de resucitar.
Todos los que lo o an se quedaban asombrados de su talento y de sus respuestas.
Un d a, mientras él ense aba, estaban all sentados algunos fariseos y doctores de la ley, que hab an venido de todas las aldeas de Galilea y de Judea y de Jerusalén. Una fuerza del Se or le asist a para curar.
Pero se levantó en el sanedr n un fariseo, llamado Gamaliel, doctor de la Ley, estimado por todo el pueblo, el cual mandó que los hicieran salir por un momento,
y pretenden ser doctores de la ley, siendo as que no comprenden ni lo que dicen ni aquello sobre lo que con tanta seguridad afirman.