David le dijo: 'Caiga tu sangre sobre tu cabeza, pues tu boca testificó contra ti cuando dijiste: 'Yo he dado muerte al ungido de Yahveh''.
Lucas 19:22 - Biblia Castilian 2003 Él le contesta: 'Criado malo, por tus propias palabras te condeno. Sab as que yo soy hombre severo: que me llevo lo que no deposité, y cosecho lo que no sembré. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces él le dijo: Mal siervo, por tu propia boca te juzgo. Sabías que yo era hombre severo, que tomo lo que no puse, y que siego lo que no sembré; Biblia Nueva Traducción Viviente »“¡Siervo perverso! —dijo el rey a gritos—. Tus propias palabras te condenan. Si sabías que era un hombre duro que tomo lo que no es mío y cosecho lo que no sembré, Biblia Católica (Latinoamericana) Le contestó el rey: 'Por tus propias palabras te juzgo, servidor inútil. Si tú sabías que soy un hombre exigente, que reclamo lo que no he depositado y cosecho lo que no he sembrado, La Biblia Textual 3a Edicion Le dice: Mal siervo, de tu propia boca te juzgo. ¿Sabías que soy hombre severo, que tomo lo que no puse y que siego lo que no sembré? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él le contesta: 'Criado malo, por tus propias palabras te condeno. Sabías que yo soy hombre severo: que me llevo lo que no deposité, y cosecho lo que no sembré. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces él le dijo: Mal siervo, por tu propia boca te juzgo. Sabías que yo era hombre severo, que tomo lo que no puse, y que siego lo que no sembré; |
David le dijo: 'Caiga tu sangre sobre tu cabeza, pues tu boca testificó contra ti cuando dijiste: 'Yo he dado muerte al ungido de Yahveh''.
y le dice: 'Amigo, ¿cómo has entrado aqu sin traje de ceremonia?' Pero él se quedó callado.
pues ten a miedo de ti, porque eres hombre severo: te llevas lo que no depositaste y cosechas lo que no sembraste'.
¿Por qué, entonces, no pusiste mi dinero en el banco? As yo, a mi vuelta, lo habr a retirado con sus intereses'.
Ahora bien, sabemos que cuanto dice la ley, para aquellos que están bajo la ley lo dice, a fin de que nadie pueda rechistar y el mundo entero se sienta reo de culpa ante Dios;