Y si alguien las toca, es con hierro o el asta de la lanza, para ser consumidas en el fuego'.
Lucas 19:14 - Biblia Castilian 2003 Pero sus compatriotas lo aborrec an; y enviaron tras él una embajada que dijera: 'No queremos que éste sea nuestro rey'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Pero sus conciudadanos le aborrecían, y enviaron tras él una embajada, diciendo: No queremos que este reine sobre nosotros. Biblia Nueva Traducción Viviente pero sus súbditos lo odiaban y enviaron una delegación tras él a decir: “No queremos que él sea nuestro rey”. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero sus compatriotas lo odiaban y mandaron detrás de él una delegación para que dijera: 'No queremos que éste sea nuestro rey. La Biblia Textual 3a Edicion Pero sus conciudadanos lo aborrecían, y enviaron tras él una delegación, diciendo: No deseamos que éste llegue a reinar sobre nosotros. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero sus compatriotas lo aborrecían; y enviaron tras él una embajada que dijera: 'No queremos que éste sea nuestro rey'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero sus ciudadanos le aborrecían, y enviaron tras él una embajada, diciendo: No queremos que este reine sobre nosotros. |
Y si alguien las toca, es con hierro o el asta de la lanza, para ser consumidas en el fuego'.
(7a) As dice Yahveh, redentor de Israel, su Santo, al despreciado en el alma, al aborrecido de las gentes, al siervo de los tiranos:
En el plazo de un mes desped a tres pastores; pero perd la paciencia con las ovejas, y ellas también se cansaron de m.
De lo contrario, mientras el otro está todav a lejos, le env a una embajada para pedirle condiciones de paz.
Llamó a diez criados suyos, les dio diez minas y les dijo: 'Negociad hasta que yo vuelva'.
Cuando volvió, investido ya de la dignidad real, mandó llamar a aquellos criados a quienes hab a entregado el dinero, para saber cuánto hab a ganado cada uno.
Y por lo que respecta a aquellos enemigos m os que no quer an que yo fuera su rey, traedlos aqu y degolladlos delante de m '.
Yahveh dijo a Samuel: 'Atiende la voz del pueblo en todo lo que te digan, pues no es a ti a quien han rechazado, sino a m, para que no reine yo sobre ellos.