Como un pastor cuida de su reba o cuando se encuentra en medio de sus ovejas dispersas, as cuidaré yo de mis ovejas y las recogeré de todos los lugares por donde andan dispersas en d a de nubes y de oscuridad.
Lucas 15:8 - Biblia Castilian 2003 ¿O qué mujer que tenga diez dracmas, si se le pierde una, no enciende una lámpara y barre la casa, y la busca cuidadosamente hasta encontrarla? Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 ¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla? Biblia Nueva Traducción Viviente »O supongamos que una mujer tiene diez monedas de plata y pierde una. ¿No encenderá una lámpara y barrerá toda la casa y buscará con cuidado hasta que la encuentre? Biblia Católica (Latinoamericana) Y si una mujer pierde una moneda de las diez que tiene, ¿no enciende una lámpara, barre la casa y busca cuidadosamente hasta que la encuentra? La Biblia Textual 3a Edicion ¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si perdiera una dracma, no enciende una lámpara y barre la casa y busca cuidadosamente hasta que la halla? Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿O qué mujer que tenga diez dracmas, si se le pierde una, no enciende una lámpara y barre la casa, y la busca cuidadosamente hasta encontrarla? Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿O qué mujer que teniendo diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende el candil, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla? |
Como un pastor cuida de su reba o cuando se encuentra en medio de sus ovejas dispersas, as cuidaré yo de mis ovejas y las recogeré de todos los lugares por donde andan dispersas en d a de nubes y de oscuridad.
ni encienden una lámpara y la meten en el armario, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa.
Os digo que igualmente habrá más alegr a en el cielo por un solo pecador que se convierte que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de conversión.
Y cuando la encuentra, reúne a las amigas y vecinas y les dice: 'Alegraos conmigo; que ya encontré la dracma que se me hab a perdido'.
Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido'.
Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil: también a ellas tengo que conducirlas; ellas oirán mi voz, y habrá un solo reba o, un solo pastor.
y no por la nación sola, sino también para reunir juntos a los hijos de Dios que estaban dispersos.
Y bastantes de los que hab an cultivado las artes mágicas trajeron sus libros y los quemaron delante de todos. Se estimó su precio en cincuenta mil monedas de plata.