Corrió Esaú a su encuentro, lo abrazó y se arrojó a su cuello; lo besó, y ambos lloraron.
Lucas 15:20 - Biblia Castilian 2003 Partió, pues, y volvió a la casa de su padre. Todav a estaba lejos, cuando su padre lo vio venir y, hondamente conmovido, corrió a abrazarse a su cuello y lo besó repetidamente. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Biblia Nueva Traducción Viviente »Entonces regresó a la casa de su padre, y cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio llegar. Lleno de amor y de compasión, corrió hacia su hijo, lo abrazó y lo besó. Biblia Católica (Latinoamericana) Se levantó, pues, y se fue donde su padre.
Estaba aún lejos, cuando su padre lo vio y sintió compasión; corrió a echarse a su cuello y lo besó. La Biblia Textual 3a Edicion Y levantándose, fue a su padre. Y estando él aún distante, su padre lo vio, y corriendo, enternecido, se echó sobre su cuello y lo besó efusivamente. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Partió, pues, y volvió a la casa de su padre. Todavía estaba lejos, cuando su padre lo vio venir y, hondamente conmovido, corrió a abrazarse a su cuello y lo besó repetidamente. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, su padre lo vio, y fue movido a misericordia; y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. |
Corrió Esaú a su encuentro, lo abrazó y se arrojó a su cuello; lo besó, y ambos lloraron.
Se echó entonces al cuello de su hermano Benjam n, y lloró. Benjam n lloró también abrazado al cuello de José.
José mandó uncir su carro, y salió hacia Gosen, al encuentro de Israel, su padre. Al verlo, se echó sobre su cuello, y abrazado a su cuello, lloró largamente.
Se fue, pues, Joab ante el rey y se lo comunicó. El rey llamó a Absalón, el cual se presentó al rey y se postró ante él rostro en tierra. Y el rey besó a Absalón.
Pero tú, Se or, eres el Dios piadoso y compasivo, paciente, amable y fiel.
Tú eres bueno, Se or, e indulgente, generoso en favores para todo el que te invoca.
¿Olvida una mujer a su ni o, una madre al hijo de sus entra as? Pues aunque ellas lo olvidaran, yo no me olvidar a de ti.
he visto sus caminos. Pero voy a sanarlo y a guiarlo; voy a consolarlo. Y para sus afligidos
¿Es Efra n para m un hijo tan querido o un ni o de tal predilección que siempre que hablo de él' lo recuerdo más aún? Por eso se conmueven por él mis entra as y tengo que compadecerme de él' - oráculo de Yahveh -.
¿Cómo podré yo abandonarte, Efra n; cómo entregarte, Israel? ¿Cómo podré yo dejarte como a Admá, ni hacerte semejante a Sebo n? Mi corazón se remueve dentro de m, a la vez que se conmueven mis entra as.
Ya no soy digno de llamarme hijo tuyo; trátame como a uno de tus jornaleros'.
El hijo le dijo entonces: 'Padre, pequé contra el cielo y contra ti; ya no soy digno de llamarme hijo tuyo'.
porque esta promesa es para vosotros y para vuestros hijos, y para todos cuantos, estando lejos, el Se or nuestro Dios se dignare llamar'.
Hubo gran llanto por parte de todos, que, arrojándose a su cuello, lo besaban,
Pero ahora, en Cristo Jesús, vosotros, los que una vez estabais lejos, habéis sido puestos cerca por la sangre de Cristo.