Llegó el Hijo del hombre, que come y que bebe, y dicen: 'Éste es un comilón y un bebedor, amigo de publicanos y pecadores'. Pero la sabidur a fue reconocida por sus obras.
Lucas 15:2 - Biblia Castilian 2003 Y tanto los fariseos como los escribas murmuraban, diciendo: '¡Este hombre acoge a los pecadores y come con ellos!'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come. Biblia Nueva Traducción Viviente Por eso los fariseos y los maestros de la ley religiosa se quejaban de que Jesús se juntaba con semejantes pecadores, ¡y hasta comía con ellos! Biblia Católica (Latinoamericana) Por esto los fariseos y los maestros de la Ley lo criticaban entre sí: 'Este hombre da buena acogida a los pecadores y come con ellos. La Biblia Textual 3a Edicion Y los fariseos y los escribas murmuraban,° diciendo: Éste recibe a pecadores y come con ellos.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y tanto los fariseos como los escribas murmuraban, diciendo: '¡Este hombre acoge a los pecadores y come con ellos!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Éste a los pecadores recibe, y con ellos come. |
Llegó el Hijo del hombre, que come y que bebe, y dicen: 'Éste es un comilón y un bebedor, amigo de publicanos y pecadores'. Pero la sabidur a fue reconocida por sus obras.
Los fariseos, al verlo, dec an a sus disc pulos: '¿Por qué vuestro Maestro come con publicanos y pecadores?'.
Al ver esto, todos murmuraban, comentando que hab a ido a hospedarse en casa de un pecador.
Los fariseos y sus escribas murmuraban y dec an a los disc pulos: '¿Por qué coméis y bebéis con los publicanos y pecadores?'.
Llegó el Hijo del hombre, que come y que bebe, y dec s: 'Éste es hombre comilón y bebedor, amigo de publicanos y pecadores'.
Viendo esto el fariseo que lo hab a invitado, se dec a para s: 'Si éste fuera [el] profeta, sabr a quién y qué clase de mujer es ésta que le está tocando: ¡es una pecadora!'.
porque le echaban en cara: '¡Has entrado en casa de hombres incircuncisos y has comido con ellos!'.
Pues, antes de que vinieran algunos de parte de Santiago, com a en compa a de los gentiles; pero cuando llegaron aquéllos, se retra a y apartaba por temor a los circuncisos.
He aqu una afirmación digna de crédito y de plena aceptación: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales soy yo el primero.