con tu mano, Se or, de los mortales: de los muertos del mundo, con su parte en la vida, cuyo vientre se llena en tus reservas: ah tanse los hijos, y dejan lo restante a sus peque os.
Lucas 12:18 - Biblia Castilian 2003 Y se dijo: 'Voy a hacer esto: derribaré mis graneros para edificar otros mayores; as podré almacenar all todo mi trigo y mis bienes. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces pensó: “Ya sé. Tiraré abajo mis graneros y construiré unos más grandes. Así tendré lugar suficiente para almacenar todo mi trigo y mis otros bienes. Biblia Católica (Latinoamericana) Y se dijo: Haré lo siguiente: echaré abajo mis graneros y construiré otros más grandes; allí amontonaré todo mi trigo, todas mis reservas. La Biblia Textual 3a Edicion Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros y los edificaré más grandes, y allí almacenaré todos mis granos y mis bienes, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y se dijo: 'Voy a hacer esto: derribaré mis graneros para edificar otros mayores; así podré almacenar allí todo mi trigo y mis bienes. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y dijo: Esto haré; derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí almacenaré todos mis frutos y mis bienes; |
con tu mano, Se or, de los mortales: de los muertos del mundo, con su parte en la vida, cuyo vientre se llena en tus reservas: ah tanse los hijos, y dejan lo restante a sus peque os.
Mirad las aves del cielo: no siembran ni siegan ni alacenan en graneros; sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
Y discurr a para s de esta forma: '¿Qué voy a hacer, si ya no tengo dónde almacenar mis cosechas?'.
Y diré a mi alma: alma m a, ya tienes muchos bienes almacenados para muchos a os; ahora descansa, come, bebe y pásalo bien'.
As sucederá con aquel que atesora riquezas para s, pero no se enriquece ante Dios'.
Fijaos en los cuervos: no siembran ni siegan, ni tienen despensa ni granero; sin embargo, Dios los alimenta. ¡Cuánto más valéis vosotros que las aves!
Él la ignoró durante mucho tiempo. Pero luego pensó para sus adentros: 'Aunque no temo a Dios ni tengo consideración alguna con los hombres,
No es ésa la sabidur a bajada de arriba, sino terrena, puramente humana, demon aca.
Y ahora vosotros, los que dec s: 'Hoy o ma ana iremos a tal ciudad y pasaremos all el a o. Haremos negocios y obtendremos ganancias'.
Deb ais, por el contrario, decir: 'Si el Se or quiere, viviremos y haremos esto o aquello'.