Después dio a luz a su hermano Abel. Abel fue pastor de ovejas y Ca n agricultor.
Lucas 11:51 - Biblia Castilian 2003 desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacar as, asesinado entre el altar y el santuario. S, os digo que se le pedirá cuenta a esta generación. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que murió entre el altar y el templo; sí, os digo que será demandada de esta generación. Biblia Nueva Traducción Viviente desde el asesinato de Abel hasta el de Zacarías, a quien mataron entre el altar y el santuario. Sí, de verdad se culpará a esta generación. Biblia Católica (Latinoamericana) desde la sangre de Abel, hasta la de Zacarías, que fue asesinado entre el altar y el Santuario. Sí, yo se lo aseguro: la generación presente es la que tendrá que responder. La Biblia Textual 3a Edicion desde la sangre de Abel° hasta la sangre de Zacarías, que fue asesinado entre el altar y el santuario. En verdad os digo, esto será demandado° de esta generación. Biblia Serafín de Ausejo 1975 desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, asesinado entre el altar y el santuario. Sí, os digo que se le pedirá cuenta a esta generación. Biblia Reina Valera Gómez (2023) desde la sangre de Abel, hasta la sangre de Zacarías, que murió entre el altar y el templo. De cierto os digo que será demandada de esta generación. |
Después dio a luz a su hermano Abel. Abel fue pastor de ovejas y Ca n agricultor.
Deberás por tanto decirles: 'Ésta es la nación que no ha escuchado la voz de Yahveh, su Dios, ni ha aceptado la corrección. La lealtad ha desaparecido, ha sido cercenada de su boca'.
En el mes octavo del a o segundo de Dar o le fue dirigida la palabra de Yahveh al profeta Zacar as, hijo de Berequ as, hijo de Idó, en estos términos:
para que as caiga sobre vosotros toda la sangre inocente derramada sobre la tierra, desde la sangre del justo Abel hasta la sangre de Zacar as, hijo de Baraqu as, a quien matasteis entre el santuario y el altar.
Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio superior al de Ca n: sacrificio que lo acreditó como justo. Fue el mismo Dios quien lo acreditó aceptando sus ofrendas. Y por esta misma fe sigue hablando aún después de muerto.
a Jesús, mediador de una nueva alianza, y a la sangre rociada, que habla más elocuentemente que la de Abel.
No como Ca n, que era del Maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué lo mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.