Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu linaje y el suyo; éste te aplastará la cabeza, y tú le acecharás al talón'.
Lucas 11:22 - Biblia Castilian 2003 Pero cuando venga contra él otro más fuerte y lo venza, le quitará las armas en que confiaba y repartirá el bot n. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Pero cuando viene otro más fuerte que él y le vence, le quita todas sus armas en que confiaba, y reparte el botín. Biblia Nueva Traducción Viviente hasta que alguien aún más fuerte lo ataca y lo vence, le quita sus armas y se lleva sus pertenencias. Biblia Católica (Latinoamericana) pero si llega uno más fuerte y lo vence, le quitará las armas en que confiaba y distribuirá todo lo que tenía. La Biblia Textual 3a Edicion pero si llega uno más fuerte que él y lo vence, le quita su armadura en la cual confiaba, y reparte sus despojos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero cuando venga contra él otro más fuerte y lo venza, le quitará las armas en que confiaba y repartirá el botín. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero cuando viene otro más fuerte que él y lo vence, le quita todas sus armas en que confiaba, y reparte sus despojos. |
Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu linaje y el suyo; éste te aplastará la cabeza, y tú le acecharás al talón'.
Se dijo el enemigo: 'Yo los perseguiré, les daré alcance, repartiré despojos, mi esp ritu en ellos saciaré desenvainaré mi espada, mi mano los exterminará'.
Aquel d a castigará Yahveh con su espada resistente, gigante, potente, a Leviatán, serpiente huidiza, a Leviatán, serpiente tortuosa, y matará al dragón del mar.
Por eso le daré las multitudes como parte suya, y con los poderosos repartirá el bot n, porque entregó su vida a la muerte y entre los delincuentes fue contado, pues llevó el pecado de muchos y por los delincuentes intercede.
Mientras un hombre fuerte y bien armado está guardando su palacio, sus bienes están seguros.
Quien no está conmigo, está contra m; y quien conmigo no recoge, desparrama.
Revest os de la armadura de Dios, para que podáis resistir contra las asechanzas del diablo;
Empu ad, pues, las armas de Dios, para que podáis resistir en el d a adverso y os mantengáis firmes tras vencerlo todo.
Tras haber despojado a los principados y potestades, los exhibió en público espectáculo, incorporándolos a su cortejo triunfal.
El que comete pecado del diablo es, porque el diablo peca desde el principio. Para esto se manifestó el Hijo de Dios: para destruir las obras del diablo.
Vosotros, hijitos, sois de Dios y los habéis vencido. Porque es mayor el que está en vosotros que el que está en el mundo.