Lo podréis comer en cualquier lugar, vosotros y vuestra familia, porque es vuestro salario por el servicio que prestáis en la tienda del encuentro.
Lucas 10:7 - Biblia Castilian 2003 Permaneced, pues, en aquella casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan; porque el obrero tiene derecho a su salario. Y no os mudéis de una casa a otra. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario. No os paséis de casa en casa. Biblia Nueva Traducción Viviente No cambien de una casa a otra. Quédense en un lugar, coman y beban lo que les den. No duden en aceptar la hospitalidad, porque los que trabajan merecen recibir su salario. Biblia Católica (Latinoamericana) Mientras se queden en esa casa, coman y beban lo que les ofrezcan, porque el obrero merece su salario. La Biblia Textual 3a Edicion Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que sea de parte de ellos, porque el obrero es digno de su salario.° No andéis de casa en casa. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Permaneced, pues, en aquella casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan; porque el obrero tiene derecho a su salario. Y no os mudéis de una casa a otra. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os dieren; porque el obrero digno es de su salario. No os paséis de casa en casa. |
Lo podréis comer en cualquier lugar, vosotros y vuestra familia, porque es vuestro salario por el servicio que prestáis en la tienda del encuentro.
También les advert a: 'Cuando hayáis entrado en una casa, seguid alojados en ella hasta que tengáis que partir de all.
Y si all hay alguien que merece la paz, se posará sobre él vuestra paz; pero, de lo contrario, retornará a vosotros.
Tras haberse bautizado ella y los de su familia, nos rogó diciendo: 'Si me habéis juzgado fiel al Se or, entrad y quedaos en mi casa'. Y tanto nos insistió que no pudimos negarnos.
Los subió a su casa, les preparó la mesa y se alegró con toda su familia por haber cre do en Dios.
Salieron, pues, de la cárcel, entraron en casa de Lidia, vieron a los hermanos, los exhortaron y partieron.
El que recibe la ense anza de la palabra haga part cipe de todos sus bienes al que le ense a.
Y os regocijaréis delante de Yahveh, vuestro Dios, vosotros, vuestros hijos, vuestras hijas, vuestros siervos y vuestras siervas, y el levita que está dentro de vuestras ciudades, ya que él no ha recibido parte ni heredad con vosotros.
y comerá una porción igual a la de los otros, aparte de lo que reciba por la venta de sus bienes patrimoniales.
Al mismo tiempo se acostumbran a estar ociosas, a ir de casa en casa; y no sólo están ociosas, sino que dicen tonter as y frivolidades, y hablan de lo que no deben.
El labrador que brega es el primero que tiene derecho a participar de los frutos.