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Lucas 10:39 - Biblia Castilian 2003

Ten a ella una hermana, llamada Mar a, la cual, sentada a los pies del Se or, escuchaba su palabra.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Su hermana María se sentó a los pies del Señor a escuchar sus enseñanzas,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Tenía una hermana llamada María, que se sentó a los pies del Señor y se quedó escuchando su palabra.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y ésta tenía una hermana llamada Miriam,° la cual,° sentada a los pies del Señor, oía su palabra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Tenía ella una hermana, llamada María, la cual, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra.

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Lòt tradiksyon



Lucas 10:39
11 Referans Kwoze  

Volvió Eliseo a Guilgal. Hab a entonces hambre en la región. Estando los hijos de los profetas sentados ante él, dijo a su criado: 'Pon la olla grande y cuece un potaje para los hijos de los profetas'.


Feliz el hombre que me escucha vigilando a mis puertas cada d a, guardando los dinteles de mi entrada; (32b) felices los que guardan mis caminos.


sin embargo, pocas son necesarias, o mejor, una sola. Mar a ha escogido la mejor parte, que no se le ha de quitar'.


Y resultó que a los tres d as lo encontraron en el templo, sentado ante los doctores, escuchándolos y haciéndoles preguntas.


La gente acud a a ver lo que hab a sucedido. Llegáronse a Jesús, y encontraron al hombre del que hab an salido los demonios, sentado ya, vestido y en su sano juicio, a los pies de Jesús. Y quedaron llenos de espanto.


Hab a un enfermo, llamado Lázaro, de Betania, la aldea de Mar a y de su hermana Marta.


Hab an venido muchos jud os a casa de Marta y Mar a, para consolarlas por lo de su hermano.


Mar a, tomando una libra de perfume auténtico de nardo, de mucho precio, ungió los pies de Jesús y se los enjugó con los cabellos. La casa se llenó del aroma del perfume.


'Yo soy jud o, nacido en Tarso de Cilicia, pero he sido educado en esta misma ciudad, a los pies de Gamaliel, he sido instruido en el exacto cumplimiento de la ley patria y he estado lleno de celo por la causa de Dios, como lo sois todos vosotros hoy.


S; él es el amigo de los pueblos; y todos sus santos están en tu mano. Ellos están postrados a tus pies y se conducen según tus palabras.