Con inmenso gozo me gozaré en Yahveh; exulta mi alma en mi Dios, pues me vistió con ropas de salvación, con manto de justicia me cubrió, como el novio se coloca la corona y como la novia se adorna con sus joyas.
Y no sólo esto; sino que también nos sentimos gozosamente seguros en Dios, por nuestro Se or Jesucristo, por cuyo medio hemos recibido ahora la reconciliación.
Pero gracias sean dadas a Dios, que, en Cristo, nos lleva siempre en su triunfo y que por medio de nosotros difunde por doquier la fragancia de su conocimiento.
Pues la verdadera circuncisión somos nosotros, los que practicamos el culto según el Esp ritu de Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, y no ponemos nuestra confianza en la carne,
Que Él, Dios de la paz os santifique totalmente; y que todo vuestro ser, el esp ritu, el alma y el cuerpo, se mantenga irreprochable para la parus a de nuestro Se or Jesucristo.