Harás para Aarón, tu hermano, vestiduras sagradas que le den esplendor y majestad.
Levítico 8:30 - Biblia Castilian 2003 Tomó el óleo de la unción y la sangre que estaba sobre el altar y roció a Aarón y sus vestiduras, a los hijos de Aarón y sus vestiduras. As consagró a Aarón y sus vestiduras, a los hijos de Aarón y sus vestiduras. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Luego tomó Moisés del aceite de la unción, y de la sangre que estaba sobre el altar, y roció sobre Aarón, y sobre sus vestiduras, sobre sus hijos, y sobre las vestiduras de sus hijos con él; y santificó a Aarón y sus vestiduras, y a sus hijos y las vestiduras de sus hijos con él. Biblia Nueva Traducción Viviente A continuación Moisés tomó un poco del aceite de la unción y algo de la sangre que estaba en el altar y los roció sobre Aarón y sus vestiduras y sobre los hijos de Aarón y sus vestiduras. De esta manera, hizo santos a Aarón y a sus hijos junto con sus vestiduras. Biblia Católica (Latinoamericana) Después Moisés tomó el óleo de la unción y sangre de la que había encima del altar y roció a Aarón y sus vestiduras, como también a sus hijos y sus vestiduras. Así, pues, los consagró. La Biblia Textual 3a Edicion Luego tomó Moisés del aceite de la unción y de la sangre que había sobre el altar y los roció sobre Aarón, sobre sus vestiduras, sobre sus hijos y sobre las vestiduras de sus hijos. Así consagró a Aarón y sus vestiduras, y con él a sus hijos y las vestiduras de sus hijos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tomó el óleo de la unción y la sangre que estaba sobre el altar y roció a Aarón y sus vestiduras, a los hijos de Aarón y sus vestiduras. Así consagró a Aarón y sus vestiduras, a los hijos de Aarón y sus vestiduras. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Moisés tomó del aceite de la unción, y de la sangre que estaba sobre el altar, y roció sobre Aarón, y sobre sus vestiduras, sobre sus hijos, y sobre las vestiduras de sus hijos con él; y santificó a Aarón, y sus vestiduras, y a sus hijos, y las vestiduras de sus hijos con él. |
Harás para Aarón, tu hermano, vestiduras sagradas que le den esplendor y majestad.
Tomarás la sangre que hay sobre el altar y el óleo de la unción y rociarás a Aarón y sus vestiduras, a sus hijos y sus vestiduras. Y as será consagrado él y sus vestiduras; sus hijos y las vestiduras de sus hijos'.
Ungirás y consagrarás a Aarón y a sus hijos para que sean mis sacerdotes.
El esp ritu de Yahveh está sobre m, pues Yahveh me ha ungido. Para dar la buena nueva a los humildes me envió, para vendar los corazones quebrantados, para proclamar a los cautivos libertad, a los prisioneros amnist a,
para alegrar a los enlutados de Sión; para darles corona en vez de ceniza, óleo de alegr a en vez de luto, canto de alabanza en vez de apocamiento. Se les llamará terebintos de justicia, plantación de Yahveh para gloria suya.
Dijo Moisés a Aarón: esto es lo que hab a dicho Yahveh: 'En los que se me acercan demostraré que yo soy santo y a los ojos de todo el pueblo seré glorificado'. Aarón calló.
Ésta es la parte de los manjares pasados por el fuego para Yahveh que corresponde a Aarón y sus hijos, desde el d a en que fueron presentados para ejercer el sacerdocio delante de Yahveh.
Esto es lo que ha prescrito Yahveh que les den los israelitas, a partir del d a en que los ungió: es ley perpetua para todas sus generaciones.
Derramó luego óleo de la unción sobre la cabeza de Aarón, lo ungió y lo consagró.
Éstos son los nombres de los hijos de Aarón, sacerdotes ungidos y consagrados para que ejercieran el sacerdocio.
Además, tanto el que consagra como los consagrados proceden todos del mismo origen, y por esto precisamente no se avergüenza de llamarlos hermanos
santificados por el Esp ritu, según el previo designio de Dios Padre, para recibir el mensaje de Jesucristo y la aspersión de su sangre: que abunden en vosotros la gracia y la paz.
En cuanto a vosotros, la unción que de él recibisteis permanece en vosotros, y no necesitáis que nadie os ense e. Y dado que su unción os ense a todas las cosas - y es verdad y no mentira -, permaneced en él tal como él os ha ense ado.
Yo le respond: 'Se or m o, tú lo sabes'. Él me dijo: 'Éstos son los que vienen de la gran tribulación, han lavado sus vestidos y los han blanqueado en la sangre del Cordero.