Y bendito sea el Dios Alt simo, que puso a tus enemigos en tu mano'. Abrán le dio el diezmo de todo.
Levítico 27:30 - Biblia Castilian 2003 Todo diezmo de la tierra, tanto de las semillas de la tierra como del fruto de los árboles, pertenece a Yahveh; es cosa consagrada a Yahveh. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente »La décima parte de los productos de la tierra, ya sea grano de los campos o fruto de los árboles, le pertenece al Señor y debe ser apartada, es santa para el Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) El diezmo entero de la tierra, tanto de las semillas como de los frutos de los árboles, es de Yavé, es cosa sagrada para él;' La Biblia Textual 3a Edicion Todo el diezmo de la tierra, así de la simiente del suelo como del fruto de los árboles, ya es de YHVH. Ya está consagrado a YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Todo diezmo de la tierra, tanto de las semillas de la tierra como del fruto de los árboles, pertenece a Yahveh; es cosa consagrada a Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y todos los diezmos de la tierra, así de la semilla de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová son; es cosa consagrada a Jehová. |
Y bendito sea el Dios Alt simo, que puso a tus enemigos en tu mano'. Abrán le dio el diezmo de todo.
y esta piedra que he erigido como estela será casa de Dios; y de todo lo que me dieres reservaré para ti el diezmo'.
Pero cuando llegue el tiempo de la cosecha, entregaréis al Faraón la quinta parte; las cuatro partes restantes quedarán en vuestro poder: para sembrar, para alimento vuestro y de los que están en vuestras casas, para alimento de vuestras familias'.
José implantó, pues, la norma, todav a hoy vigente en Egipto, de entregar al Faraón la quinta parte. Sólo las tierras de los sacerdotes no pasaron al poder del Faraón.
y con toda honradez metieron en ellas las ofrendas, los diezmos y las cosas consagradas. Al cargo de ellas estaba, como intendente, el levita Quenan as y, como lugarteniente suyo, su hermano Seme.
Aquel mismo d a fueron nombrados algunos encargados de los aposentos destinados para almacenes de las ofrendas, de las primicias y de los diezmos. En ellos deb an almacenarse, de los campos de las ciudades, las porciones que la ley exig a para los sacerdotes y los levitas. Judá se complac a en ver a los sacerdotes y a los levitas en sus respectivos ministerios.
Y todo Judá trajo a los almacenes el diezmo del trigo, del mosto y del aceite.
le hab a preparado a éste una gran cámara, en la que antes se depositaban las oblaciones, el incienso, los enseres, los diezmos del trigo, del mosto y del aceite, o sea, cuanto estaba mandado que se diera a los levitas, los cantores y los porteros, as como la contribución debida a los sacerdotes.
Ningún ser humano que haya sido consagrado por anatema podrá ser rescatado; morirá sin remisión.
Si alguno quiere rescatar parte de su diezmo, a adirá la quinta parte de su valor.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que os preocupáis por el diezmo de la menta, del hinojo y del comino, mientras habéis descuidado lo de más peso en la ley: la justicia, la misericordia y la lealtad! Esto es lo que hab a que practicar, sin dejar aquello.
Pero ¡ay de vosotros, fariseos, que os preocupáis por el diezmo de la menta, de la ruda y de toda clase de hortalizas, y faltáis a la justicia y al amor de Dios! Esto es lo que hab a que practicar, sin omitir aquello.
y comerá una porción igual a la de los otros, aparte de lo que reciba por la venta de sus bienes patrimoniales.
El tercer a o, el a o del diezmo, cuando hayas acabado de separar el diezmo de toda tu cosecha y lo hayas entregado al levita, al forastero, al huérfano y a la viuda para que lo puedan comer en tu ciudad y saciarse,