Cuando haya hambre en el pa s, cuando haya peste, tizón, a ublo, langosta o pulgón; cuando el enemigo los asedie en alguna de sus ciudades, y en todo género de plagas y de enfermedades,
Levítico 26:16 - Biblia Castilian 2003 entonces yo haré con vosotros lo siguiente: os enviaré el terror, la consunción y la fiebre, que os apagarán la vista y os agotarán el aliento. Sembraréis en balde vuestra semilla, pues serán vuestros enemigos quienes se la comerán. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 yo también haré con vosotros esto: enviaré sobre vosotros terror, extenuación y calentura, que consuman los ojos y atormenten el alma; y sembraréis en vano vuestra semilla, porque vuestros enemigos la comerán. Biblia Nueva Traducción Viviente yo los castigaré. Traeré sobre ustedes terrores repentinos: enfermedades debilitantes y altas fiebres que harán que sus ojos fallen y que su vida se consuma poco a poco. Sembrarán sus cosechas en vano porque sus enemigos se las comerán. Biblia Católica (Latinoamericana) entonces miren lo que haré yo con ustedes.
Mandaré sobre ustedes el terror, la peste y la fiebre; sus ojos se debilitarán y su salud irá en desmedro. Ustedes sembrarán en vano la semilla, pues se la comerán los enemigos. La Biblia Textual 3a Edicion Yo también haré esto con vosotros: Os impondré como castigo el terror súbito: tisis y fiebre que consuman los ojos y hagan languidecer el alma. En vano sembraréis vuestra semilla, porque vuestros enemigos la comerán. Biblia Serafín de Ausejo 1975 entonces yo haré con vosotros lo siguiente: os enviaré el terror, la consunción y la fiebre, que os apagarán la vista y os agotarán el aliento. Sembraréis en balde vuestra semilla, pues serán vuestros enemigos quienes se la comerán. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Yo también haré con vosotros esto: Enviaré sobre vosotros terror, inflamación y calentura, que consuman los ojos y atormenten el alma: y en vano sembraréis vuestra semilla, porque vuestros enemigos la comerán; |
Cuando haya hambre en el pa s, cuando haya peste, tizón, a ublo, langosta o pulgón; cuando el enemigo los asedie en alguna de sus ciudades, y en todo género de plagas y de enfermedades,
Una flecha le sale por la espalda, una hoja reluciente por el h gado. Caen sobre él mil terrores,
Y dijo: 'Si escuchas de veras la voz de Yahveh, tu Dios, y haces lo que es recto a sus ojos; si prestas o do a sus mandatos y si guardas todas sus leyes, no te enviaré ninguna de las enfermedades con que he afligido a Egipto, porque yo soy Yahveh, el que te sana'.
¡Sólo queda doblarse entre los prisioneros y caer entre los degollados! Y ni aun as se calmó su ira, su mano está todav a extendida.
Juró Yahveh por su diestra y por su brazo poderoso: 'No entregaré más tu grano como alimento a tus enemigos ni beberán extranjeros tu mosto, por el que te has fatigado.
Cuando a la casa de David se le informó, diciéndole: 'Aram acampa con Efra n', tembló su corazón y el corazón de su pueblo como tiemblan los árboles del bosque sacudidos por el viento.
Sembraron trigo y recogieron espinas, se han agotado sin provecho. Avergonzados están de sus cosechas, a causa de la ira furibunda de Yahveh.
Voy a imponerles cuatro clases de males: - oráculo de Yahveh -: la espada para matar, los perros para despedazar, las aves del cielo para devorar, las fieras de la tierra para aniquilar.
Sus viudas, por causa m a, son más numerosas que la arena del mar. He tra do contra esta madre de jóvenes guerreros un devastador al mediod a; eché sobre ella de repente terror y espanto.
Pues as dice Yahveh: 'Mirad: voy a entregarte al terror, a ti y a todos tus amigos, que caerán bajo la espada de sus enemigos. Lo verán tus propios ojos. Y entregaré a todo Judá en mano del rey de Babilonia, que los deportará a Babilonia y los pasará a cuchillo.
Devorará tu cosecha y tu pan. Devorarán a tus hijos y a tus hijas. Devorará tu reba o y tu vacada, devorará tu vi a y tu higuera; desmantelará con la espada tus plazas fuertes en las que conf as.
Llevaréis turbantes en la cabeza y sandalias en los pies; no os lamentaréis ni lloraréis, pero os consumiréis por vuestras iniquidades y gemiréis los unos con los otros.
'Tú, pues, hijo de hombre, di a la casa de Israel: vosotros estáis diciendo lo siguiente: 'Nuestras transgresiones y nuestros pecados pesan tanto sobre nosotros que nos estamos consumiendo. ¿Cómo podremos vivir?'.
Porque habéis aplastado al indigente y tomáis de él tributo de grano, habéis construido casas de sillares pero no las habitaréis, habéis plantado vi as deliciosas pero no beberéis el vino.
Sembrarás, pero no segarás; prensarás la oliva, pero no te ungirás con aceite, pisarás la uva, pero no beberás el vino.
sembrasteis mucho y recogisteis poco; comisteis y no os hartasteis, bebisteis y no os saciasteis; os vestisteis y no os calentasteis, y el jornalero echó su jornal en bolsa rota'.
Ésta será la plaga con que Yahveh herirá a todos los pueblos que pelearon contra Jerusalén: se les pudrirá la carne cuando aún estén en pie, se les pudrirán los ojos en las cuencas y se les pudrirá la lengua en la boca.
Aqu estoy yo para inutilizar vuestro brazo, para echaros basura a la cara, la basura de vuestras fiestas, y que os barran a vosotros con ella.
Él se comerá las cr as de tus ganados y los productos de tu suelo hasta que perezcas; no te dejará trigo, ni mosto, ni aceite, ni partos de tus vacas, ni cr as de tus ovejas, hasta destruirte.
Allá fuera, la espada los privará de hijos, y allá dentro reinará el espanto tanto en el joven como en la doncella, en el ni o de pecho igual que en el anciano.
Vino el ángel de Yahveh y se sentó bajo el terebinto de Ofrá, que pertenec a a Joás de Abiezer, mientras Gedeón, su hijo, estaba majando trigo en el lagar, para ponerlo a salvo de los madianitas.
No apartaré totalmente a todos los tuyos de junto a mi altar, para que sus ojos se consuman y su alma desfallezca, pero la mayor parte de los tuyos morirá por la espada de los hombres.