'Di a los israelitas: guardaréis mis sábados, porque es una se al entre yo y vosotros, por todas vuestras generaciones, para que se sepa que soy yo, Yahveh, el que os santifica.
Levítico 20:8 - Biblia Castilian 2003 Observad mis leyes y ponedlas en práctica. Yo soy Yahveh, el que os santifica. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y guardad mis estatutos, y ponedlos por obra. Yo Jehová que os santifico. Biblia Nueva Traducción Viviente Guarden todos mis decretos poniéndolos en práctica, porque yo soy el Señor quien los hace santos. Biblia Católica (Latinoamericana) Guarden mis preceptos y practíquenlos: ¡Yo soy Yavé, y a ustedes les hago santos! La Biblia Textual 3a Edicion Guardaréis mis estatutos y los pondréis por obra. Yo soy YHVH, que os santifico. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Observad mis leyes y ponedlas en práctica. Yo soy Yahveh, el que os santifica. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y guardad mis estatutos, y ponedlos por obra: Yo soy Jehová que os santifico. |
'Di a los israelitas: guardaréis mis sábados, porque es una se al entre yo y vosotros, por todas vuestras generaciones, para que se sepa que soy yo, Yahveh, el que os santifica.
Les di, además, mis sábados, para que fueran una se al entre ellos y yo, y supieran que yo, Yahveh, soy quien los santifico.
Y cuando mi santuario esté en medio de ellos para siempre, sabrán las naciones que yo soy Yahveh, que santifico a Israel.'
Guardad mis mandamientos. No cruzarás ganado de especies diferentes, ni sembrarás tu campo con granos de dos especies; no llevarás vestido de dos clases de tejido.
Guardaréis, pues, todos mis mandamientos y todos mis preceptos, y los pondréis en práctica. Yo, Yahveh'.
Sed santos para m, porque yo, Yahveh, soy santo, y os he separado de los pueblos para que seáis m os.
Le tratarás como a un consagrado, porque es él quien ofrece el pan de tu Dios; será santo para ti, porque santo soy yo, Yahveh, que os santifico.
No profanaréis mi santo nombre, para que yo sea santificado en medio de los israelitas. Yo soy Yahveh, que os santifico;
Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre, que está en los cielos, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre'.
¡Insensatos y ciegos! ¿Pues qué es más importante: el oro, o el santuario que da al oro carácter sagrado?
El que viole, pues, uno solo de estos mandamientos m nimos y ense e as a los hombres, m nimo será en el reino de los cielos; pero el que los cumpla y los ense e, ése será grande en el reino de los cielos.
En resumen, todo aquel que oye estas palabras m as y las pone en práctica se parecerá al hombre sensato que construyó su casa sobre la roca.
De Dios viene el que vosotros estéis en Cristo Jesús, el cual, por iniciativa de Dios, se hizo nuestra sabidur a, como también justicia, santificación y redención.
Que Él, Dios de la paz os santifique totalmente; y que todo vuestro ser, el esp ritu, el alma y el cuerpo, se mantenga irreprochable para la parus a de nuestro Se or Jesucristo.
Nosotros, en cambio, debemos dar constantemente gracias a Dios por vosotros, hermanos amados por el Se or, porque Dios os ha escogido como primicias para la salvación por la santificación del Esp ritu y por la fe en la verdad.
Llevad a la práctica la palabra y no os limitéis a escucharla, enga ándoos a vosotros mismos.
Dichosos los que lavan sus túnicas; as dispondrán del árbol de la vida y podrán entrar por las puertas de la ciudad.