el Se or, el que protege al extranjero y el que sostiene al huérfano y a la viuda. Y él, también, el que entorpece las sendas del imp o.
Levítico 19:34 - Biblia Castilian 2003 Al extranjero que se establece entre vosotros deberéis tratarlo como a los de vuestro pueblo; lo amarás como a ti mismo, porque extranjeros fuisteis vosotros en el pa s de Egipto. Yo, Yahveh. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que more entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Trátalos como a israelitas de nacimiento, y ámalos como a ti mismo. Recuerda que una vez fuiste extranjero cuando vivías en Egipto. Yo soy el Señor tu Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Al forastero que viva con ustedes lo mirarán como a uno de ustedes y lo amarás como a ti mismo, pues ustedes también fueron forasteros en Egipto: ¡Yo soy Yavé, tu Dios! La Biblia Textual 3a Edicion Como a uno nacido entre vosotros os será el extranjero que resida con vosotros. Lo amarás como a ti mismo, porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto.° Yo, YHVH vuestro Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al extranjero que se establece entre vosotros deberéis tratarlo como a los de vuestro pueblo; lo amarás como a ti mismo, porque extranjeros fuisteis vosotros en el país de Egipto. Yo, Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que peregrinare entre vosotros; y lo amarás como a ti mismo; porque peregrinos fuisteis en la tierra de Egipto: Yo soy Jehová vuestro Dios. |
el Se or, el que protege al extranjero y el que sostiene al huérfano y a la viuda. Y él, también, el que entorpece las sendas del imp o.
Lo sortearéis como propiedad hereditaria entre vosotros y entre los forasteros que residen con vosotros y que hayan engendrado hijos entre vosotros, porque serán para vosotros como israeltias nativos. Junto con vosotros participarán en las suertes de la propiedad hereditaria entre las tribus de Israel.
No seas vengativo ni rencoroso contra los hijos de tu pueblo. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Yahveh.
Cada uno de vosotros respetará a su padre y a su madre; y guardaréis mis sábados. Yo, Yahveh, vuestro Dios.
Si vienes con nosotros, te haremos part cipe de los bienes que Yahveh nos ha de otorgar'.
Amad también vosotros al extranjero, porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto.
No abominarás al idumeo, porque es hermano tuyo; no detestarás al egipcio, porque extranjero fuiste en su tierra.
Cayó ella rostro en tierra y, postrada, le dijo: '¿Por qué he encontrado favor a tus ojos y te interesas por m, siendo yo extranjera?'.