el sacerdote mandará traer, para el que ha de ser purificado, dos avecillas vivas y puras, madera de cedro, púrpura escarlata e hisopo.
Levítico 14:5 - Biblia Castilian 2003 Luego el sacerdote mandará degollar una de las aves sobre una vasija de barro con agua corriente. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y mandará el sacerdote matar una avecilla en un vaso de barro sobre aguas corrientes. Biblia Nueva Traducción Viviente El sacerdote mandará matar una de las aves sobre una vasija de barro llena de agua fresca. Biblia Católica (Latinoamericana) Después mandará sacrificar uno de los pájaros sobre una vasija de barro con agua fresca. La Biblia Textual 3a Edicion Luego el sacerdote ordenará que se degüelle la primera avecilla en una vasija de barro sobre aguas vivas.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Luego el sacerdote mandará degollar una de las aves sobre una vasija de barro con agua corriente. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y mandará el sacerdote matar una avecilla en un vaso de barro sobre aguas corrientes. |
el sacerdote mandará traer, para el que ha de ser purificado, dos avecillas vivas y puras, madera de cedro, púrpura escarlata e hisopo.
e inmolará una de las aves sobre una vasija de barro encima de agua corriente.
Tomará a continuación el ave viva, la madera de cedro, la púrpura escarlata y el hisopo, lo mojará todo, incluida el ave viva, en la sangre del ave degollada sobre el agua corriente,
El sacerdote tomará el agua santa en una vasija de barro y echará en el agua un poco de polvo del suelo del tienda.
Es cierto que fue crucificado en razón de la debilidad; pero vive por el poder de Dios. Y as, también nosotros participamos de su debilidad, pero viviremos con él por el poder de Dios para con vosotros.
Pero este tesoro lo llevamos en vasos de barro, para que se vea que este extraordinario poder es de Dios y no de nosotros.
Pues sabemos que si nuestra morada terrestre, nuestra tienda, se derrumba, tenemos un edificio hecho por Dios, una casa no fabricada por mano de hombre, eterna, situada en el cielo.
Y como los hijos comparten la sangre y la carne, de igual modo él participó de ambas, para que as, por la muerte, destruyera al que ten a el dominio de la muerte, o sea, al diablo,