Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




Levítico 11:7 - Biblia Castilian 2003

el cerdo, que tiene la pezu a hendida y el casco partido, pero no rumia, será inmundo para vosotros.

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

También el cerdo, porque tiene pezuñas, y es de pezuñas hendidas, pero no rumia, lo tendréis por inmundo.

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

El cerdo tiene pezuñas partidas de manera pareja, pero no rumia, también es impuro.

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

El cerdo, que tiene la pezuña partida, hendida en dos uñas, pero no rumia, será impuro para ustedes.

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

También el cerdo, aunque tiene pezuña y es de pezuña hendida, no rumia, será inmundo para vosotros.

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

el cerdo, que tiene la pezuña hendida y el casco partido, pero no rumia, será inmundo para vosotros.

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

También el puerco, aunque tiene pezuñas, y es de pezuñas hendidas, pero no rumia, lo tendréis por inmundo.

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



Levítico 11:7
11 Referans Kwoze  

gente que mora en los sepulcros y en los escondites pernocta, que come carne de cerdo y pone en sus platos caldo de inmundicias.


Los que se santifican y purifican para entrar en los jardines tras uno que ocupa el centro, los que comen carne de cerdo, cosas abominables y ratas, a una serán exterminados dice Yahveh -.


Quien inmola un toro, también mata a un hombre; quien sacrifica una oveja, también desnuca a un perro; quien ofrece libación, también ofrece sangre de cerdo; quien presenta incienso, también alaba a un dolo. Como ellos eligen sus propios caminos y su alma se complace en sus horrores,


Podéis comer todos los de pezu a hendida, casco partido y que rumian;


la liebre, que rumia, pero no tiene hendida la pezu a, será impura para vosotros;


No comeréis sus carnes ni tocaréis su cadáver, pues son para vosotros animales impuros.


No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen con sus patas y luego se revuelvan y os despedacen a mordiscos.


Fue a ponerse al servicio de uno de los ciudadanos de aquella región, que lo mandó a sus campos para apacentar puercos.


Salieron, pues, de aquel hombre los demonios y entraron en los cerdos; la piara se arrojó con gran mpetu al lago por un precipicio y se ahogó.


El cerdo, que tiene la pezu a hendida, pero no rumia, será inmundo para vosotros. No comeréis su carne ni tocaréis sus cadáveres.