Levítico 11:13 - Biblia Castilian 2003 De entre las aves tendréis por inmundas y no las comeréis, pues son cosa abominable, las siguientes: el águila, el quebrantahuesos, el azor, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y de las aves, estas tendréis en abominación; no se comerán, serán abominación: el águila, el quebrantahuesos, el azor, Biblia Nueva Traducción Viviente »Estas son las aves que son detestables para ti y no deberás comerlas: el buitre grifón, el quebrantahuesos, el buitre de cabeza negra, Biblia Católica (Latinoamericana) Estas son las aves que tendrán por impuras y que no comerán por ser inmundas: La Biblia Textual 3a Edicion En cuanto a las aves, tendréis repulsión de las siguientes, que no se comerán y serán abominación: el águila, el buitre quebrantahuesos, el zopilote,° Biblia Serafín de Ausejo 1975 De entre las aves tendréis por inmundas y no las comeréis, pues son cosa abominable, las siguientes: el águila, el quebrantahuesos, el azor, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y de las aves, estas tendréis en abominación; no se comerán, serán abominación: El águila, el quebrantahuesos, el esmerejón, |
¿Quién prepara al cuervo su comida cuando sus polluelos claman a Dios y se tambalean por falta de alimento?
Mirad: sube como las nubes, y sus carros como el huracán; sus caballos más ligeros que las águilas. ¡Ay de nosotros, pues estamos perdidos!
S, mi pueblo es insensato, a m no me conocen. Son hijos necios, no son inteligentes, expertos para el mal, hacer el bien no saben.
Porque as dice Yahveh: 'Mirad cómo un águila vuela y extiende sus alas sobre Moab.
Más veloces eran nuestros perseguidores Qof que las águilas del cielo; nos acosaban en los montes, en el desierto nos tend an emboscadas.
¡Emboca la trompeta! ¡Que el águila se cierna sobre la casa de Yahveh! Violaron mi alianza y contra mi ley se rebelaron.
Será para vosotros abominación, no comeréis su carne y consideraréis execrables sus cadáveres.
Todo cuanto vive en las aguas y carece de aletas o escamas será para vosotros una abominación.
Más ligeros son que panteras sus caballos, más feroces que lobos en la noche. Piafan briosos sus corceles, vienen desde lejos sus jinetes, vuelan como el águila lanzada a devorar.
Después levanté mis ojos y tuve una visión: vi que aparec an dos mujeres con alas como de cigüe a desplegadas al viento que levantaron el ánfora entre la tierra y el cielo.
Porque hubo un tiempo en que también nosotros éramos insensatos, desobedec amos, nos extraviábamos, serv amos a deseos y placeres diversos, pasábamos nuestra vida entre malicia y envidia, odiados y odiándonos mutuamente.