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Jueces 8:11 - Biblia Castilian 2003

Subió Gedeón por el camino de los nómadas, al este de Nóbaj y de Yogboá, y derrotó al ejército, que se cre a seguro.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Subiendo, pues, Gedeón por el camino de los que habitaban en tiendas al oriente de Noba y de Jogbeha, atacó el campamento, porque el ejército no estaba en guardia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces Gedeón rodeó por la ruta de las caravanas que está al oriente de Noba y Jogbeha, y tomó al ejército madianita por sorpresa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Gedeón subió por el camino de los Nómades, al este de Nobaj y de Yogboha, y arrasó con ese ejército que se sentía seguro.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Así, Gedeón subió por la vía de los que habitan en tiendas, al oriente de Noba y de Jogbeá, y atacó el campamento, que se hallaba desguarnecido.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Subió Gedeón por el camino de los nómadas, al este de Nóbaj y de Yogboá, y derrotó al ejército, que se creía seguro.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y subiendo Gedeón hacia los que habitaban en tiendas, a la parte oriental de Noba y de Jogbeha, hirió el campamento, porque el ejército estaba seguro.

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Lòt tradiksyon



Jueces 8:11
8 Referans Kwoze  

Atarot Sofán, Yazer y Yogboá,


Nóbaj se apoderó de Quenat y sus aldeas y las llamó Nóbaj, por su propio nombre.


Cuando estén diciendo: 'Paz y seguridad', entonces, de repente, se abatirá sobre ellos la calamidad, como los dolores de parto sobre una mujer encinta; y no habrá manera de escapar.


Ellos se apoderaron, pues, de lo que hab a fabricado Micá y del sacerdote que estaba con él y se dirigieron contra Lais, contra un pueblo tranquilo y confiado; los pasaron a filo de espada, y prendieron fuego a la ciudad.


Zébaj y Salmuná se hallaban en Carcor con su ejército, unos quince mil hombres, cuantos supervivientes quedaban de todo el ejército de los hijos de oriente, pues hab an ca do ciento veinte mil hombres capaces de empu ar la espada.


Zébaj y Salmuná emprendieron la huida; pero él los perseguió, hizo prisioneros a los dos reyes de Madián, Zébaj y Salmuná, y el pánico se adue ó del ejército entero.


Después dijo Samuel: 'Traedme a Agag, rey de Amalec'. Se acercó a él Agag, tembloroso, mientras se dec a: 'Ciertamente ha pasado ya el amargor de la muerte'.


Los guió, y hallaron a los amalecitas diseminados por todo el campo, comiendo, bebiendo y celebrando fiesta por el gran bot n que hab an capturado en tierra de los filisteos y de Judá.