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Jueces 7:12 - Biblia Castilian 2003

Los madianitas, los amalecitas y todos los hijos de oriente hab an ca do sobre el valle, numerosos como langostas, y sus camellos eran innumerables, como las arenas de las orillas del mar.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Y los madianitas, los amalecitas y los hijos del oriente estaban tendidos en el valle como langostas en multitud, y sus camellos eran innumerables como la arena que está a la ribera del mar en multitud.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Los ejércitos de Madián, de Amalec y del pueblo del oriente se habían establecido en el valle como un enjambre de langostas. Sus camellos eran como los granos de arena a la orilla del mar, ¡imposibles de contar!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Estos se habían instalado en toda la llanura junto con Amalec y todos los hijos de Oriente. Hormigueaban como las langostas y sus camellos eran tan numerosos como la arena de la orilla del mar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y Madián y Amalec, con todos los orientales, estaban esparcidos por el valle como multitud de langostas, y sus camellos eran incontables como la arena que está a la orilla del mar.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Los madianitas, los amalecitas y todos los hijos de oriente habían caído sobre el valle, numerosos como langostas, y sus camellos eran innumerables, como las arenas de las orillas del mar.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y Madián, y Amalec, y todos los orientales, estaban tendidos en el valle como langostas en muchedumbre, y sus camellos eran innumerables, como la arena que está a la ribera del mar en multitud.

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Lòt tradiksyon



Jueces 7:12
16 Referans Kwoze  

Los israelitas, una vez revistados y avituallados, fueron a su encuentro. Los israelitas acamparon frente a ellos. Parec an dos reba os de cabras, mientras que los arameos llenaban la tierra.


Salmo. De David. Al huir de su hijo Absalón.


La victoria del rey no está en sus tropas, ni el guerrero se salva por su fuerza.


talan su bosque - oráculo de Yahveh -; pues son innumerables, s, más numerosos que langostas; no tienen número.


Salieron, pues, ellos con todas sus tropas: muchedumbre innumerable como la arena de las orillas del mar, con gran número de caballos y de carros.


Cuando Israel hac a la siembra, sub an contra él los madianitas, los amalecitas y los hijos de oriente,


Concentráronse todos los madianitas, los amalecitas y los hijos de oriente, pasaron el Jordán y acamparon en la llanura de Yizreel.


Porque ellos sub an con sus ganados y sus tiendas; llegaban tan numerosos como langostas, pues ellos y sus camellos eran innumerables. Ven an al pa s para devastarlo.


Al llegar Gedeón, un hombre contaba a su compa ero un sue o, diciéndole: 'He tenido un sue o: una hogaza de pan de cebada rodaba por el campamento de Madián; llegó hasta la tienda, chocó con ella y la derribó, la volvió de arriba abajo y la tienda se desplomó'.


Zébaj y Salmuná se hallaban en Carcor con su ejército, unos quince mil hombres, cuantos supervivientes quedaban de todo el ejército de los hijos de oriente, pues hab an ca do ciento veinte mil hombres capaces de empu ar la espada.


Los filisteos, por su parte, se congregaron para hacer la guerra a Israel: tres mil carros, seis mil jinetes y tropa tan numerosa como la arena que hay a orillas del mar. Subieron y acamparon en Micmás, al este de Bet Avén.


David los batió desde el alba hasta el atardecer de aquel d a. Ninguno de ellos se salvó, a excepción de cuatrocientos jóvenes, que montaron en camellos y huyeron.