Ocoz as se cayó desde la baranda de la planta superior de su casa de Samar a y quedó maltrecho. Y envió unos mensajeros a quienes dijo: 'Id a consultar a Baal Zebub, dios de Ecrón, si podré sobrevivir a esta dolencia'.
Jueces 5:28 - Biblia Castilian 2003 A la ventana se asoma y atisba, tras las celos as, la madre de S sara: ¿Por qué su carro tarda en llegar? ¿Por qué se retrasan sus carros de combate? Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 La madre de Sísara se asoma a la ventana, Y por entre las celosías a voces dice: ¿Por qué tarda su carro en venir? ¿Por qué las ruedas de sus carros se detienen? Biblia Nueva Traducción Viviente »Por la ventana se asomó la madre de Sísara. Desde la ventana esperaba su regreso mientras decía: “¿Por qué tarda tanto en llegar su carro? ¿Por qué no oímos el sonido de las ruedas del carro?”. Biblia Católica (Latinoamericana) La madre de Sísera se asoma a la ventana, observa a través de la celosía: '¿Por qué, dice, tarda tanto en volver su carro? ¡Qué lentos son sus carros para volver!' La Biblia Textual 3a Edicion La madre de Sísara se asoma a la ventana, Y clama por entre las celosías: ¿Por qué tarda su carro en venir? ¿Por qué se han detenido las ruedas de sus carruajes? Biblia Serafín de Ausejo 1975 A la ventana se asoma y atisba, tras las celosías, la madre de Sísara: ¿Por qué su carro tarda en llegar? ¿Por qué se retrasan sus carros de combate? Biblia Reina Valera Gómez (2023) La madre de Sísara se asoma a la ventana, y por entre las celosías a voces dice: ¿Por qué tarda su carro en venir? ¿Por qué se demoran las ruedas de sus carros? |
Ocoz as se cayó desde la baranda de la planta superior de su casa de Samar a y quedó maltrecho. Y envió unos mensajeros a quienes dijo: 'Id a consultar a Baal Zebub, dios de Ecrón, si podré sobrevivir a esta dolencia'.
Mi amado se parece a la gacela o a un cervatillo. Allá está parado detrás de la cerca, observando por ventanas, atisbando a través de celos as.
Date prisa, amado m o, y sé cual la gacela o como el cervatillo por los montes de los bálsamos.
Tened, pues, paciencia, hermanos, hasta la parus a del Se or. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando pacientemente hasta recibir lluvias tempranas y tard as.
Sembró el pánico Yahveh sobre S sara, sobre todos sus carros y sobre todo su ejército delante de Barac. S sara abandonó su carro y emprendió la huida a pie.
A sus pies se encorvó, cayó, quedó tendido, se encorvó, cayó a sus pies; donde se encorvó, all cayó exánime.
La más perspicaz de sus princesas le dice, y ella a s misma se repite esas palabras: