Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




Jueces 4:17 - Biblia Castilian 2003

S sara huyó a pie hacia la tienda de Yael, esposa de Jéber, el quenita, pues hab a paz entre Yabin, rey de Jasor y la casa de Jéber, el quenita.

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Y Sísara huyó a pie a la tienda de Jael mujer de Heber ceneo; porque había paz entre Jabín rey de Hazor y la casa de Heber ceneo.

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

Mientras tanto, Sísara corrió hasta la carpa de Jael, la esposa de Heber, el ceneo, porque la familia de Heber tenía amistad con el rey Jabín, de Hazor.

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

Sísera había huido a pie hasta la tienda de Yael, mujer de Jeber el quenita, porque reinaba la paz entre Yabin, rey de Hasor, y Jeber el quenita.

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

Sísara, pues, había huido a pie hasta la tienda de Jael, mujer de Heber ceneo, porque había paz entre Yabín rey de Hazor y la casa de Heber ceneo.

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Sísara huyó a pie hacia la tienda de Yael, esposa de Jéber, el quenita, pues había paz entre Yabin, rey de Jasor y la casa de Jéber, el quenita.

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y Sísara huyó a pie a la tienda de Jael, esposa de Heber cineo; porque había paz entre Jabín, rey de Hazor, y la casa de Heber el cineo.

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



Jueces 4:17
14 Referans Kwoze  

Él derrama desdén sobre los nobles y los confunde en caos, sin camino;


Por alimento me sirven el veneno, por bebida a mi sed, me dan vinagre.


El orgullo del hombre le acarrea humillación, quien se humilla consigue gloria.


No hay paz, dice mi Dios, para los malvados'.


y el más valeroso de los guerreros huirá desnudo aquel d a - oráculo de Yahveh -.


Barac siguió en persecución de los carros y del ejército hasta Jaróset Hagoin y todo el ejército de S sara cayó a filo de espada: no quedó ni uno.


Salió Yael al encuentro de S sara y le dijo: 'Ven, se or, acógete a mi tienda y no temas'. Entró en la tienda, y ella lo cubrió con un cobertor.


¡Bendita entre las mujeres Yael, esposa de Jéber, el quenita! ¡Entre las mujeres que moran en tiendas, bendita sea ella!


En los d as de Sangar, hijo de Anat, en los d as de Yael, no hab a caravanas; los que antes caminaban por calzadas andaban ahora por senderos tortuosos.