Desaparezcan los errados en la tierra y no haya más imp os. Bendice, alma m a, al Se or. Aleluya.
Jueces 4:16 - Biblia Castilian 2003 Barac siguió en persecución de los carros y del ejército hasta Jaróset Hagoin y todo el ejército de S sara cayó a filo de espada: no quedó ni uno. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Mas Barac siguió los carros y el ejército hasta Haroset-goim, y todo el ejército de Sísara cayó a filo de espada, hasta no quedar ni uno. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Barac persiguió a los carros y al ejército enemigo hasta Haroset-goim, y mató a todos los guerreros de Sísara. Ni uno solo quedó con vida. Biblia Católica (Latinoamericana) Barac salió en persecución de los carros y del ejército hasta Haroset-ha-Goyim, y todo el ejército de Sísera cayó bajo el filo de la espada; nadie escapó. La Biblia Textual 3a Edicion Pero Barac persiguió los carros y al ejército hasta Haroset-goim, y todo el ejército de Sísara cayó a filo de espada hasta no quedar ni uno. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Barac siguió en persecución de los carros y del ejército hasta Jaróset Hagoin y todo el ejército de Sísara cayó a filo de espada: no quedó ni uno. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas Barac siguió los carros y el ejército hasta Haroset de los Gentiles, y todo el ejército de Sísara cayó a filo de espada hasta no quedar ni uno. |
Desaparezcan los errados en la tierra y no haya más imp os. Bendice, alma m a, al Se or. Aleluya.
Haz con ellos igual que con Madián, como con S sara y Yabin, en el valle del Quisón,
Con ellos va también unido Asur, dando la mano a los vástagos de Lot. Selah
Las aguas, al reunirse, cubrieron carros y jinetes, todo el ejército del Faraón, que hab a entrado tras ellos en el mar. No quedó ni uno solo.
que sacó carros y caballos, tropas y adalides a la vez; yacen tendidos, no se levantan, se apagaron como mecha, se extinguieron:
Efectivamente, cuantos pecaron fuera de la ley, fuera de la ley perecerán. Y cuantos pecaron dentro de la ley, por la ley serán juzgados.
Tendrá un juicio sin misericordia quien no tuvo misericordia. La misericordia prevalece sobre el juicio.
Yahveh les infundió pánico a la vista de Israel, que les infligió una gran derrota en Gabaón, los persiguió camino de la cuesta de Bet Jorón y los batió hasta Azecá y Maquedá.
Yahveh los entregó en manos de Israel. Los derrotaron y persiguieron hasta Sidón la Grande, hasta Misrefot Máin y, por el oriente, hasta el valle de Mispá. Los batieron sin dejar supervivientes.
S sara huyó a pie hacia la tienda de Yael, esposa de Jéber, el quenita, pues hab a paz entre Yabin, rey de Jasor y la casa de Jéber, el quenita.
Por ello Yahveh los entregó en manos de Yab n, rey de Canaán, que reinaba en Jasor. El jefe de su ejército era S sara, que resid a en Jaróset Hagoin.