Dijo Esaú a su padre: '¿No tienes más que una bendición, padre m o? Bend ceme también a m, padre m o'.
Jueces 21:2 - Biblia Castilian 2003 Vino luego el pueblo a Betel, donde permaneció en presencia de Dios hasta la tarde, llorando amargamente a voz en grito y Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y vino el pueblo a la casa de Dios, y se estuvieron allí hasta la noche en presencia de Dios; y alzando su voz hicieron gran llanto, y dijeron: Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el pueblo de Israel fue a Betel y permaneció en presencia de Dios hasta la noche, llorando amargamente en voz alta. Biblia Católica (Latinoamericana) Se reunieron en Betel y permanecieron ante Yavé hasta la tarde con gritos y grandes lamentaciones. Decían: La Biblia Textual 3a Edicion Y el pueblo llegó a Bet-’El, y allí permanecieron ante ’Elohim hasta la tarde, y alzando la voz prorrumpieron en gran llanto. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Vino luego el pueblo a Betel, donde permaneció en presencia de Dios hasta la tarde, llorando amargamente a voz en grito y Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vino el pueblo a la casa de Dios, y se estuvieron allí hasta la tarde delante de Dios; y alzando su voz hicieron gran llanto, y dijeron: |
Dijo Esaú a su padre: '¿No tienes más que una bendición, padre m o? Bend ceme también a m, padre m o'.
La comunidad entera de los israelitas se congregó en Siló, y all asentaron la tienda del encuentro. El pa s se les hab a sometido.
Cuando el ángel de Yahveh acabó de proferir estas palabras a todos los israelitas, levantó el pueblo la voz y rompió en llanto.
Los israelitas partieron y subieron a Betel para consultar a Dios y le preguntaron: '¿Quién de nosotros subirá el primero a luchar con los hijos de Benjam n?'. Respondió Yahveh: 'Judá será el primero'.
Porque los israelitas hab an subido a lamentarse delante de Yahveh hasta la tarde y hab an consultado: '¿Hemos de volver a pelear con los benjaminitas, nuestros hermanos?'. Y Yahveh les hab a respondido: 'Subid contra ellos'.
Subieron entonces todos los israelitas, todo el pueblo, a Betel a lamentarse; y permanecieron all en presencia de Yahveh, ayunaron aquel d a hasta el atardecer y ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión ante Yahveh.
Entre los habitantes de Yabés de Galaad encontraron cuatrocientas jóvenes v rgenes que no hab an conocido varón, y las llevaron al campamento de Siló, en tierra de Canaán.
diciendo: '¿Por qué, ¡oh Yahveh, Dios de Israel!, ha de suceder que desaparezca hoy en Israel una de sus tribus?'.
Llegaron los mensajeros a Guibeá de Saúl y transmitieron la propuesta a o dos del pueblo, que a voz en grito empezó a llorar.
David y los que le acompa aban alzaron la voz y lloraron hasta más no poder.