Al verla, rasgó él sus vestiduras y exclamó: '¡Ay, hija m a! ¡Tú misma me hundes! ¡Tú me has destrozado! Porque yo pronuncié un voto ante Yahveh y no puedo retractarme'.
Jueces 21:18 - Biblia Castilian 2003 Pero nosotros no podemos darles nuestras hijas por esposas, porque los israelitas han jurado diciendo: '¡Maldito el que entregue una mujer a Benjam n!''. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Pero nosotros no les podemos dar mujeres de nuestras hijas, porque los hijos de Israel han jurado diciendo: Maldito el que diere mujer a los benjamitas. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero no podemos darles a nuestras hijas en matrimonio porque hemos jurado solemnemente que quien lo haga caerá bajo la maldición de Dios». Biblia Católica (Latinoamericana) Sin embargo no podemos darles nuestras hijas en matrimonio ya que los israelitas hicieron este juramento: 'Sea maldito el que dé su hija a Benjamín'. La Biblia Textual 3a Edicion Pero nosotros no podemos darles mujeres de entre nuestras hijas. (Por cuanto los hijos de Israel se habían juramentado, diciendo: ¡Maldito quien dé mujer a Benjamín!) Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero nosotros no podemos darles nuestras hijas por esposas, porque los israelitas han jurado diciendo: '¡Maldito el que entregue una mujer a Benjamín!''. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero nosotros no les podemos dar esposas de nuestras hijas, porque los hijos de Israel han jurado, diciendo: Maldito el que diere esposa a los de Benjamín. |
Al verla, rasgó él sus vestiduras y exclamó: '¡Ay, hija m a! ¡Tú misma me hundes! ¡Tú me has destrozado! Porque yo pronuncié un voto ante Yahveh y no puedo retractarme'.
Los hombres de Israel hab an hecho este juramento en Mispá: 'Ninguno de nosotros entregará su hija por esposa a los de Benjam n'.
Y a adieron: 'Lo que resta de supervivientes será para Benjam n, para que no desaparezca una tribu de Israel.
Si sus padres o hermanos vienen a querellarse contra nosotros, les diremos: concedednos esta gracia en favor de ellos, porque no hemos tomado en la batalla una esposa para cada hombre; ni tampoco sois vosotros los que se las habéis entregado, en cuyo caso ser ais culpables'.