Entonces dijo David al mensajero: 'Esto has de decir a Joab: 'No te aflijas por este incidente, pues la espada devora unas veces a unos y otras veces a otros. Refuerza tu ataque contra la ciudad y arrásala. Y tú dale ánimo''.
Jueces 20:22 - Biblia Castilian 2003 Sin embargo, los israelitas cobraron ánimos y se pusieron en orden de batalla en el mismo lugar en que se hab an organizado el d a anterior. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Mas reanimándose el pueblo, los varones de Israel volvieron a ordenar la batalla en el mismo lugar donde la habían ordenado el primer día. Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, los israelitas se animaron unos a otros y otra vez tomaron sus posiciones en el mismo lugar donde habían luchado el día anterior. Biblia Católica (Latinoamericana) El ejército de Israel se reanimó y de nuevo se puso en fila en el mismo lugar que el primer día. La Biblia Textual 3a Edicion Sin embargo, se rehizo la gente de los hombres de Israel, y volvieron a ordenar batalla en el lugar donde lo habían hecho el primer día. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sin embargo, los israelitas cobraron ánimos y se pusieron en orden de batalla en el mismo lugar en que se habían organizado el día anterior. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas reanimándose el pueblo, los varones de Israel tornaron a ordenar la batalla en el mismo lugar donde la habían ordenado el primer día. |
Entonces dijo David al mensajero: 'Esto has de decir a Joab: 'No te aflijas por este incidente, pues la espada devora unas veces a unos y otras veces a otros. Refuerza tu ataque contra la ciudad y arrásala. Y tú dale ánimo''.
H zose aquel d a el censo de los benjaminitas venidos de las ciudades: veintiseis mil hombres capaces de manejar la espada, sin contar los habitantes de Guibeá.
El número de los israelitas, sin contar a los de Benjam n, sub a a cuatrocientos mil hombres capaces de manejar la espada: todos ellos eran aguerridos.
Pero los benjaminitas hicieron una salida desde Guibeá y en aquel d a dejaron muertos en tierra a veintidós mil hombres de Israel.
Porque los israelitas hab an subido a lamentarse delante de Yahveh hasta la tarde y hab an consultado: '¿Hemos de volver a pelear con los benjaminitas, nuestros hermanos?'. Y Yahveh les hab a respondido: 'Subid contra ellos'.
David se vio entonces en un grave aprieto, porque la gente hablaba de lapidarlo, ya que todos estaban llenos de amargura por sus hijos e hijas. Pero David cobró ánimos en Yahveh, su Dios.