Hallábase all un hombre perverso, llamado Seba, hijo de Bicr, benjaminita, que mandó tocar la trompeta y dijo: 'No tenemos parte con David, ni herencia con el hijo de Jesé. ¡Cada uno a su tienda, Israel!'.
Jueces 20:13 - Biblia Castilian 2003 Entregadnos a esos hombres hijos de Belial que hay en Guibeá; los ejecutaremos y as quedará extirpada de Israel la maldad'. Pero los benjaminitas no quisieron escuchar la voz de sus hermanos, los israelitas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entregad, pues, ahora a aquellos hombres perversos que están en Gabaa, para que los matemos, y quitemos el mal de Israel. Mas los de Benjamín no quisieron oír la voz de sus hermanos los hijos de Israel, Biblia Nueva Traducción Viviente Entréguennos a esos hombres malvados, a esos perturbadores de Guibeá, para que los ejecutemos y así purifiquemos a Israel de semejante maldad». Pero los de Benjamín no quisieron escuchar. Biblia Católica (Latinoamericana) Entréguennos a esos criminales de Guibea para que los matemos, porque hay que eliminar el mal de Israel'. Pero la gente de Benjamín no quiso oír la voz de sus hermanos israelitas. La Biblia Textual 3a Edicion Ahora pues, entregad a los hombres, aquellos hijos de Belial que están en Gabaa, para que les demos muerte y extirpemos esta infamia de Israel. Pero los hijos de Benjamín no quisieron escuchar la voz de sus hermanos los hijos de Israel. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entregadnos a esos hombres hijos de Belial que hay en Guibeá; los ejecutaremos y así quedará extirpada de Israel la maldad'. Pero los benjaminitas no quisieron escuchar la voz de sus hermanos, los israelitas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entregad, pues, ahora aquellos hombres, hijos de Belial, que están en Gabaa, para que los matemos, y barramos el mal de Israel. Mas los de Benjamín no quisieron oír la voz de sus hermanos los hijos de Israel. |
Hallábase all un hombre perverso, llamado Seba, hijo de Bicr, benjaminita, que mandó tocar la trompeta y dijo: 'No tenemos parte con David, ni herencia con el hijo de Jesé. ¡Cada uno a su tienda, Israel!'.
Los perversos son todos como espinas del desierto, que no son recogidas con la mano.
Llegaron luego los dos hombres perversos, se sentaron frente a él y testificaron as contra Nabot delante del pueblo: 'Nabot ha maldecido a Dios y al rey'. Entonces lo sacaron fuera de la ciudad, lo apedrearon y murió.
Y se le unieron hombres vanos y perversos, que se hicieron fuertes contra Roboán, hijo de Salomón, porque Roboán era joven y de poco carácter, que no tuvo valor para hacerles frente.
A estas palabras del profeta respondió el rey: '¿Te hemos nombrado acaso consejero del rey? Acaba ya, si no quieres que te mate'. Pero el profeta concluyó diciendo: 'Sé que Dios ha resuelto destruirte por haber hecho eso y por no escuchar mi consejo'.
Pero Amas as no lo escuchó, porque estaba de Dios entregarlo en manos de Joás, por haber ido en busca de los dioses de Edom.
Quien ante los reproches se rebela será aniquilado de repente y sin remedio.
Aparta de tu corazón la tristeza y ten lejos de tu carne el sufrimiento, porque juventud y cabellos negros presto se pasan.
Desde los d as de Guibeá has pecado, Israel. All se quedaron. ¿No los alcanzará como a Guibeá la guerra? Contra los hijos rebeldes
Llegaron al fondo de la corrupción como en los d as de Guibeá; Yahveh recuerda su culpa, castigará sus pecados.
Los cuales, aun conociendo bien el veredicto de Dios, a saber, que los que practican tales cosas son reos de muerte, no sólo las hacen ellos mismos, sino que hasta aplauden a quienes las practican.
¿Qué acuerdo puede haber entre Cristo y Beliar, o qué participación entre un creyente y un infiel?
Si oyes decir que de una de las ciudades que Yahveh, tu Dios, te da para que habites en ella,
Caminaréis en pos de Yahveh, vuestro Dios, y a él temeréis; guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz; le serviréis y os allegaréis a él.
Y ese profeta o ese visionario en sue os será condenado a muerte, por haber predicado la rebelión contra Yahveh, vuestro Dios, que os sacó de Egipto y os libertó de la casa de la esclavitud, para desviarte del camino que Yahveh, tu Dios, te ha mandado seguir. De esta manera extirparás el mal de en medio de ti.
Y si alguno, por arrogancia, no quiere escuchar al sacerdote que está all para servir a Yahveh, tu Dios, ni al juez, ese hombre morirá; as quitarás de Israel el mal.
Los testigos serán los primeros en descargar sus manos sobre él para hacerle morir; y luego, las manos de todo el pueblo. As quitarás el mal de en medio de ti.
haréis con él lo que él hab a maquinado hacer a su hermano; as harás desaparecer el mal de en medio de ti.
Entonces todos los hombres de la ciudad lo lapidarán hasta que muera. As harás desaparecer la maldad de en medio de ti, y todo Israel, al enterarse, temerá.
se llevará a la joven a la entrada de la casa de su padre, y los hombres de su ciudad la lapidarán hasta que muera, por haber cometido una infamia en Israel, prostituyéndose en la casa de su padre. As harás desaparecer la maldad de en medio de ti.
sacaréis a los dos a la puerta de la ciudad y los lapidaréis hasta que mueran: a la joven, por no haber gritado en la ciudad; al hombre por haber violado a la mujer de su prójimo. As harás desaparecer el mal de en medio de ti.
Si se encuentra a un hombre que secuestró a otro, de entre sus hermanos, de entre los israelitas, para hacerlo su esclavo, o para venderlo, el ladrón habrá de morir; as extirparás el mal de en medio de ti.
Mientras estaban reconfortando su corazón, unos hombres, hijos de Belial, rodearon la casa y, golpeando la puerta, dec an al anciano, due o de la casa: 'Saca al hombre que entró en tu casa, para que lo conozcamos'.
Las tribus de Israel enviaron hombres que fueron diciendo por toda la tribu de Benjam n: '¿Qué maldad es ésta que se ha cometido entre vosotros?
Entonces los benjaminitas salieron de sus ciudades y se concentraron en Guibeá para ir a la guerra contra los israelitas.
Si uno peca contra otro, Dios lo juzgará, como árbitro que es; pero, si uno peca contra Yahveh, ¿quién puede interceder por él?'. Pero ellos no escucharon la voz de su padre, porque Yahveh quer a matarlos.
Entonces, todos los malos y perversos de entre los hombres que hab an acompa ado a David dijeron: 'Puesto que no han venido con nosotros, no se les ha de dar nada del bot n que hemos rescatado, sino solamente a cada uno su mujer y sus hijos: que se los lleven y se vayan'.