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Jueces 2:15 - Biblia Castilian 2003

En todas sus campa as, la mano de Yahveh les era adversa, según se lo hab a anunciado Yahveh y se lo hab a jurado. Estaban, pues, en gran aprieto.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Por dondequiera que salían, la mano de Jehová estaba contra ellos para mal, como Jehová había dicho, y como Jehová se lo había jurado; y tuvieron gran aflicción.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cada vez que los israelitas salían a la batalla, el Señor peleaba en contra de ellos e hizo que sus enemigos los derrotaran, tal como él les había advertido. Y el pueblo estaba muy angustiado.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Cada vez que iban a la guerra, la mano de Yavé se alzaba en su contra para su desgracia, tal como Yavé se lo había dicho y jurado: estaban en una situación desastrosa.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Por dondequiera que salían, la mano de YHVH estaba contra ellos para mal, como YHVH había hablado, y como YHVH se lo había jurado, de suerte que se veían en grandes aprietos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

En todas sus campañas, la mano de Yahveh les era adversa, según se lo había anunciado Yahveh y se lo había jurado. Estaban, pues, en gran aprieto.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Por dondequiera que salían, la mano de Jehová era contra ellos para mal, como Jehová había dicho, y como Jehová se lo había jurado; así los afligió en gran manera.

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Lòt tradiksyon



Jueces 2:15
19 Referans Kwoze  

Cuando Roboán consolidó su reino y se hizo fuerte, abandonó la ley de Yahveh, y con él todo Israel.


pero si esta nación contra la cual yo hab a hablado se convierte de su maldad, entonces me arrepiento del mal que hab a planeado hacerle.


Pues he dirigido mi rostro contra esta ciudad para mal y no para bien - oráculo de Yahveh -. Será entregada en mano del rey de Babilonia y la incendiará'.


Por eso, as dice Yahveh Sebaot, Dios de Israel: 'Mirad que voy a enfrentarme contra vosotros para desgracia, y para exterminar a todo Judá.


Mirad: voy a velar por ellos para desgracia y no para felicidad, pues todos los hombres de Judá que están en el pa s de Egipto serán consumidos por la espada y por el hambre hasta su aniquilamiento.


Por eso, as dice Yahveh: 'Mirad que yo estoy tramando contra esta familia un mal del que no podréis apartar el cuello. No andaréis ya erguidos, pues será un tiempo de desdichas.


Nos vemos atribulados por todas partes, pero no abatidos; acorralados, pero no sin esperanza de un resquicio;


Pero el profeta que osare decir en mi nombre cosas que yo no he mandado, o hable en nombre de otros dioses, ese profeta morirá'.


Los amonitas atravesaron el Jordán para llevar también la guerra a Judá, a Benjam n y a la casa de Efra n, de modo que Israel se encontró en grande aprieto.


¿ibais a esperar vosotras hasta que fueran mayores, y por ellos ibais a renunciar a tomar marido ahora? No, hijas m as; siento demasiada compasión por vosotras, porque la mano de Yahveh se ha desatado contra m '.


Pero, si no escucháis la voz de Yahveh, y sois rebeldes a sus mandamientos, la mano de Yahveh se dejará sentir sobre vosotros como se dejó sentir sobre vuestros padres.


Cuando los israelitas se vieron en peligro, pues estaban cercados, se escondieron en las cuevas y en la maleza, en las rocas, en las fosas y en las cisternas.


Estaban aquel d a los israelitas extenuados. Saúl hab a conjurado al pueblo: '¡Maldito quien coma algo antes del atardecer, antes de que me vengue de mis enemigos!'. Por ello, nadie de la tropa probó bocado.


David se vio entonces en un grave aprieto, porque la gente hablaba de lapidarlo, ya que todos estaban llenos de amargura por sus hijos e hijas. Pero David cobró ánimos en Yahveh, su Dios.