Y poned frente a él a dos hombres perversos, que testimonien contra él, diciendo: 'Tú has maldecido a Dios y al rey'. Sacadlo luego fuera, y que muera lapidado'.
Jueces 19:22 - Biblia Castilian 2003 Mientras estaban reconfortando su corazón, unos hombres, hijos de Belial, rodearon la casa y, golpeando la puerta, dec an al anciano, due o de la casa: 'Saca al hombre que entró en tu casa, para que lo conozcamos'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Pero cuando estaban gozosos, he aquí que los hombres de aquella ciudad, hombres perversos, rodearon la casa, golpeando a la puerta; y hablaron al anciano, dueño de la casa, diciendo: Saca al hombre que ha entrado en tu casa, para que lo conozcamos. Biblia Nueva Traducción Viviente Mientras disfrutaban el momento, un grupo de alborotadores de la ciudad rodeó la casa. Comenzaron a golpear la puerta y a gritarle al anciano: —Saca al hombre que se hospeda contigo para que podamos tener sexo con él. Biblia Católica (Latinoamericana) Todo parecía ir muy bien hasta que los hombres de la ciudad, verdaderos depravados, rodearon la casa y golpearon la puerta. Le dijeron al anciano, dueño de la casa: 'Di a ese hombre que está en tu casa que salga para que abusemos de él'. La Biblia Textual 3a Edicion Estaban alegrando sus corazones, cuando he aquí unos hombres de aquella ciudad, hijos de Belial,° rodeando la casa, se agolparon en la puerta y hablaron al anciano dueño de la casa, diciendo: ¡Tráenos al hombre que entró a tu casa, para que lo conozcamos!° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mientras estaban reconfortando su corazón, unos hombres, hijos de Belial, rodearon la casa y, golpeando la puerta, decían al anciano, dueño de la casa: 'Saca al hombre que entró en tu casa, para que lo conozcamos'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando estaban gozosos, he aquí, que los hombres de aquella ciudad, hombres hijos de Belial, rodearon la casa, golpeando las puertas, y diciendo al hombre viejo dueño de la casa: Saca al hombre que ha entrado en tu casa, para que lo conozcamos. |
Y poned frente a él a dos hombres perversos, que testimonien contra él, diciendo: 'Tú has maldecido a Dios y al rey'. Sacadlo luego fuera, y que muera lapidado'.
Tu hermana mayor fue Samar a, que habitaba con sus hijas a tu izquierda; y tu hermana menor fue Sodoma, que habitaba a tu derecha con sus hijas.
Desde los d as de Guibeá has pecado, Israel. All se quedaron. ¿No los alcanzará como a Guibeá la guerra? Contra los hijos rebeldes
Llegaron al fondo de la corrupción como en los d as de Guibeá; Yahveh recuerda su culpa, castigará sus pecados.
¿O es que no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? ¡No os enga éis! Ni lujuriosos, ni idólatras, ni adúlteros, ni pervertidos, ni sodomitas,
¿Qué acuerdo puede haber entre Cristo y Beliar, o qué participación entre un creyente y un infiel?
Si oyes decir que de una de las ciudades que Yahveh, tu Dios, te da para que habites en ella,
Y de igual modo, también Sodoma y Gomorra y las ciudades circunvecinas sirven de escarmiento y sufren el castigo de un fuego eterno, porque, lo mismo que ellos, se entregaron a la prostitución y a los vicios contra la naturaleza.
Y como sus corazones se sent an alegres dijeron: 'Llamad a Sansón para que nos divierta'. Trajeron a Sansón de la cárcel y les sirvió de diversión. Luego lo colocaron entre las columnas.
y se alzaron contra m los pr ncipes de Guibeá, rodearon la casa durante la noche con intención de asesinarme y tanto violaron a mi concubina que murió.
Yo entonces tomé a mi concubina, la descuarticé, y la envié por todo el territorio de la heredad de Israel, porque en Israel hab an cometido un crimen tan infame.
No tomes a tu sierva por una mujer perversa, pues sólo he hablado hasta ahora agobiada por mis muchas penas y aflicciones'.
Algunos hombres perversos dijeron: '¿Cómo nos va a salvar éste?'. Lo despreciaron y no le ofrecieron ningún presente. Pero él no se dio por enterado.
Ahora bien, los hijos de El eran hombres perversos, que no reconoc an a Yahveh
Que mi se or no preste atención a un hombre perverso como Nabal, porque él es lo que su nombre significa: se llama Nabal y es realmente un insensato. Pero yo, tu sierva, no vi a los jóvenes que tú, mi se or, enviaste.