Y a adió Jusay: 'Tú sabes que tu padre y sus hombres son valientes y que ahora están exasperados como una osa en el campo a la que han quitado sus cachorros. Por otra parte, tu padre es hombre de guerra, y no pasará la noche con la tropa.
Jueces 18:25 - Biblia Castilian 2003 Respondiéronle los danitas: 'No alces demasiado la voz contra nosotros, no sea que algunos se irriten, arremetan contra ti y pierdas tu vida y la de tu familia'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y los hijos de Dan le dijeron: No des voces tras nosotros, no sea que los de ánimo colérico os acometan, y pierdas también tu vida y la vida de los tuyos. Biblia Nueva Traducción Viviente Los hombres de Dan le dijeron: —¡Ten cuidado con lo que dices! Por aquí hay unos hombres de mal genio que podrían enojarse y matarte a ti y a tu familia. Biblia Católica (Latinoamericana) Los danitas le dijeron: '¡Déjate de gritarnos, pues algunos de nuestros hombres podrían enojarse y abalanzarse sobre ustedes; y tú y tu familia podrían dejar aquí su pellejo!' La Biblia Textual 3a Edicion Pero los hijos de Dan le respondieron: Que tu voz no sea oída entre nosotros, no sea que algunos hombres con ánimo amargado os acometan, y pierdas tu vida, y la vida de los de tu familia. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Respondiéronle los danitas: 'No alces demasiado la voz contra nosotros, no sea que algunos se irriten, arremetan contra ti y pierdas tu vida y la de tu familia'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los hijos de Dan le dijeron: No des voces tras nosotros, no sea que los de ánimo colérico os acometan, y pierdas también tu vida, y la vida de los tuyos. |
Y a adió Jusay: 'Tú sabes que tu padre y sus hombres son valientes y que ahora están exasperados como una osa en el campo a la que han quitado sus cachorros. Por otra parte, tu padre es hombre de guerra, y no pasará la noche con la tropa.
'¡Por Dios vivo que me niega justicia, por Sadday que me llena de amargura,
¡Envuélvanlo tinieblas y sombras, pósese sobre él oscura nube, llénelo de espanto un eclipse solar!
Respondió él: 'Os habéis apoderado del dios que yo fabriqué y de mi sacerdote, y os vais. ¿Qué me queda a m ? ¿Cómo podéis decir: qué te pasa?'.
Los danitas prosiguieron su camino y Micá, viendo que ellos eran más fuertes que él, dio la vuelta y retornó a su casa.
David se vio entonces en un grave aprieto, porque la gente hablaba de lapidarlo, ya que todos estaban llenos de amargura por sus hijos e hijas. Pero David cobró ánimos en Yahveh, su Dios.