La sanguijuela tiene dos hijas: Dicen: '¡Dame, dame!'. Hay tres cosas que nunca se hartan Y cuatro que no dicen '¡Basta!':
Jueces 18:20 - Biblia Castilian 2003 Se alegró el corazón del sacerdote, tomó el efod, los terafim y la estatua y se fue con ellos. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y se alegró el corazón del sacerdote, el cual tomó el efod y los terafines y la imagen, y se fue en medio del pueblo. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el joven sacerdote estuvo más que dispuesto a ir con ellos, y se llevó consigo el efod sagrado, los ídolos de familia y la imagen tallada. Biblia Católica (Latinoamericana) El sacerdote se sintió muy feliz. Tomó el efod, los terafim, el ídolo y la estatua de bronce y se fue con todos esos hombres. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces el corazón del sacerdote se alegró y tomó el éfod y los terafines y la imagen esculpida, y se fue en medio de aquella gente. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se alegró el corazón del sacerdote, tomó el efod, los terafim y la estatua y se fue con ellos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y se alegró el corazón del sacerdote; el cual tomando el efod y el terafim, y la imagen, se vino entre la gente. |
La sanguijuela tiene dos hijas: Dicen: '¡Dame, dame!'. Hay tres cosas que nunca se hartan Y cuatro que no dicen '¡Basta!':
Estos perros voraces, que no conocen la hartura, son los pastores que no saben atender; todos ellos van a lo suyo, cada uno a su lucro sin excepción.
Me deshonráis delante de mi pueblo por unos pu ados de cebada y por unos trozos de pan, causando la muerte de personas que no deben morir y salvando la vida de personas que no deben vivir, diciendo mentiras a mi pueblo, que escucha la mentira'.'
Por eso la tierra está seca, y todos sus habitantes desfallecen con los animales del campo y las aves del cielo; y aun los peces del mar desaparecen.
'No os haréis dolos, ni erigiréis estatuas ni estelas, ni pondréis en vuestro pa s piedras grabadas para postraros ante ellas, pues yo soy Yahveh, vuestro Dios.
cuyo término es la perdición, cuyo Dios es el vientre y cuya gloria se funda en sus vergüenzas. Estos tales centran su atención en lo terreno.
Empujados por la avaricia, se aprovecharán de vosotros con discursos mentirosos. Hace ya tiempo que ni su condenación está ociosa ni su perdición dormida.
Le dijo Micá: 'Quédate conmigo y sé para m padre y sacerdote; yo te daré diez siclos de plata al a o, vestido y comida'.
Ellos le respondieron: 'Cállate, ponte la mano en la boca; ven con nosotros y serás nuestro padre y sacerdote. ¿Qué prefieres, ser sacerdote de la casa de un hombre solo, o ser sacerdote de una tribu y de una familia de Israel?'.
Se pusieron de nuevo en camino y se fueron, llevando delante en cabeza a los ni os, el ganado y los objetos preciosos.