Enfermó Eliseo de la enfermedad de que hab a de morir. Bajó a verlo Joás, rey de Israel, quien se puso a llorar en su presencia, diciendo: '¡Padre m o, padre m o, carros y caballer a de Israel!'.
Jueces 18:19 - Biblia Castilian 2003 Ellos le respondieron: 'Cállate, ponte la mano en la boca; ven con nosotros y serás nuestro padre y sacerdote. ¿Qué prefieres, ser sacerdote de la casa de un hombre solo, o ser sacerdote de una tribu y de una familia de Israel?'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y ellos le respondieron: Calla, pon la mano sobre tu boca, y vente con nosotros, para que seas nuestro padre y sacerdote. ¿Es mejor que seas tú sacerdote en casa de un solo hombre, que de una tribu y familia de Israel? Biblia Nueva Traducción Viviente —Cállate y ven con nosotros —le dijeron—. Sé un padre y sacerdote para todos nosotros. ¿Acaso no es mejor ser el sacerdote de toda una tribu y un clan de Israel, que de la casa de un solo hombre? Biblia Católica (Latinoamericana) Le respondieron: '¡Cállate! Ponte la mano en tu boca y ven con nosotros: serás para nosotros un padre y un sacerdote. ¿Qué es mejor para ti, ser el sacerdote de un solo hombre en su casa, o ser el sacerdote de toda una tribu, de todo un clan de Israel?' La Biblia Textual 3a Edicion Y ellos le respondieron: Calla, pon la mano sobre tu boca, y ven con nosotros, y sé para nosotros padre y sacerdote. ¿Acaso es mejor para ti ser sacerdote para la casa de un solo hombre, que para una tribu y una familia de Israel? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ellos le respondieron: 'Cállate, ponte la mano en la boca; ven con nosotros y serás nuestro padre y sacerdote. ¿Qué prefieres, ser sacerdote de la casa de un hombre solo, o ser sacerdote de una tribu y de una familia de Israel?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y ellos le respondieron: Calla, pon la mano sobre tu boca, y vente con nosotros, para que seas nuestro padre y sacerdote. ¿Es mejor que seas tú sacerdote en casa de un solo hombre, que de una tribu y familia de Israel? |
Enfermó Eliseo de la enfermedad de que hab a de morir. Bajó a verlo Joás, rey de Israel, quien se puso a llorar en su presencia, diciendo: '¡Padre m o, padre m o, carros y caballer a de Israel!'.
Si has sido necio con tu soberbia y te das cuenta, ponte la mano en la boca;
Lo verán las naciones y se avergonzarán de todo su poder o; se pondrán la mano en la boca, se taparán los o dos,
A nadie en la tierra llaméis padre vuestro; porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo.
Le dijo Micá: 'Quédate conmigo y sé para m padre y sacerdote; yo te daré diez siclos de plata al a o, vestido y comida'.
Entraron, pues, aquéllos en la casa de Micá y se apoderaron de la estatua, del efod, de los terafim y de la imagen de metal fundido. El sacerdote les preguntó: '¿Qué estáis haciendo?'.
Se alegró el corazón del sacerdote, tomó el efod, los terafim y la estatua y se fue con ellos.