Y descubro que más amarga que la muerte es la mujer, porque es una trampa; su corazón, una red; sus brazos, cadenas. El que es grato a Dios logra escapar; pero el pecador queda prisionero de ella.
Jueces 16:19 - Biblia Castilian 2003 Ella, por su parte, logró que él se durmiera sobre sus rodillas y, llamando a un hombre, hizo que le cortara las siete trenzas de su cabellera. Comenzó él a debilitarse, pues su fuerza se retiró de él. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y ella hizo que él se durmiese sobre sus rodillas, y llamó a un hombre, quien le rapó las siete guedejas de su cabeza; y ella comenzó a afligirlo, pues su fuerza se apartó de él. Biblia Nueva Traducción Viviente Dalila arrulló a Sansón hasta dormirlo con la cabeza sobre su regazo, y luego hizo entrar a un hombre para que le afeitara las siete trenzas del cabello. De esa forma, ella comenzó a debilitarlo, y la fuerza lo abandonó. Biblia Católica (Latinoamericana) Después de haber hecho dormir a Sansón en sus rodillas, llamó a un hombre para que le cortara las siete trenzas de su cabellera y comenzó a perder sus fuerzas: su fuerza se le había ido. La Biblia Textual 3a Edicion Ella entonces lo adormeció sobre sus rodillas, y enseguida llamó al hombre que le rapó las siete trenzas de su cabeza, y ella misma comenzó a dominarlo, pues su fuerza se había retirado de él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ella, por su parte, logró que él se durmiera sobre sus rodillas y, llamando a un hombre, hizo que le cortara las siete trenzas de su cabellera. Comenzó él a debilitarse, pues su fuerza se retiró de él. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y ella hizo que él se durmiese sobre sus rodillas; y llamado un hombre, le rapó las siete guedejas de su cabeza, y comenzó a afligirlo, pues su fuerza se apartó de él. |
Y descubro que más amarga que la muerte es la mujer, porque es una trampa; su corazón, una red; sus brazos, cadenas. El que es grato a Dios logra escapar; pero el pecador queda prisionero de ella.
Dalila comprendió que él le hab a abierto todo su corazón; mandó llamar a los pr ncipes de los filisteos y les dijo: 'Subid esta vez, que ya me ha abierto todo su corazón'. Los pr ncipes de los filisteos fueron adonde ella estaba, con el dinero en la mano.
Ella gritó: '¡Sobre ti los filisteos, Sansón!'. Despertó él de su sue o y se dijo: 'Saldré como otras veces y me libraré'. No sab a que Yahveh se hab a retirado de él.