Jueces 16:16 - Biblia Castilian 2003 Y tanto le importunaba y le agobiaba con sus palabras d a tras d a que su esp ritu decayó hasta sentir mortal hast o. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y aconteció que, presionándole ella cada día con sus palabras e importunándole, su alma fue reducida a mortal angustia. Biblia Nueva Traducción Viviente Día tras día lo estuvo fastidiando hasta que Sansón se hartó de tanta insistencia. Biblia Católica (Latinoamericana) Como siguiera molestándolo y acosándolo todos los días con la misma pregunta, creyó que se iba a morir. La Biblia Textual 3a Edicion Y sucedió que como ella lo apremiaba con sus palabras cada día, acosándolo, su alma desfalleció hasta morir. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y tanto le importunaba y le agobiaba con sus palabras día tras día que su espíritu decayó hasta sentir mortal hastío. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció que, presionándole ella cada día con sus palabras e importunándole, su alma fue reducida a mortal angustia. |
Pero Dios respondió a Jonás: '¿Crees que es razonable que te irrites por lo del ricino?'. Él contestó: 'Tengo toda la razón para enojarme hasta desearme la muerte'.
Y les dijo: 'Esto es mi sangre, la de la alianza, que va a ser derramada por todos.
Os digo que, aunque no se levante a dárselos por ser amigo suyo, se levantará al menos para que deje de importunarle y le dará cuanto necesita.
esta viuda me está molestando, as que le haré justicia, para que me deje en paz y cese de fastidiarme''.
La mujer de Sansón se puso junto a él llorando y diciéndole: 'Odio es lo que me tienes, pero nada de amor. Has propuesto un acertijo a los de mi pueblo y no me lo has declarado'. Él le respondió: 'No se lo he declarado a mi padre ni a mi madre, ¿y voy a declarártelo a ti?'.
Ella estuvo lloriqueándole as los siete d as del fest n, hasta que el d a séptimo, como tanto le apremiaba, se lo declaró. Al punto ella explicó el acertijo a los de su pueblo.
Ella le dijo entonces: '¿Cómo puedes decir 'te amo', si tu corazón no está conmigo? Es la tercera vez que te has burlado de m, pues todav a no me has declarado cuál es el secreto de tu gran fuerza'.
Por fin le descubrió su corazón y le dijo: 'Jamás ha pasado sobre mi cabeza una navaja, porque soy nazireo de Dios desde el seno de mi madre. Si me rasuraran, la fuerza desaparecer a de m, quedar a debilitado y ser a como un hombre cualquiera'.