Huye el malvado sin que nadie le persiga, el honrado se siente seguro como un león.
Juan 7:26 - Biblia Castilian 2003 Pues ah está hablando con toda libertad, y nadie le dice nada. ¿Habrán reconocido realmente las autoridades que éste es el Cristo? Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Pues mirad, habla públicamente, y no le dicen nada. ¿Habrán reconocido en verdad los gobernantes que este es el Cristo? Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, está aquí hablando en público, y nadie le dice nada. ¿Será que nuestros líderes ahora creen que es el Mesías? Biblia Católica (Latinoamericana) Pues ahí lo tienen hablando con toda libertad y no le dicen nada. ¿Será tal vez que nuestros dirigentes han reconocido que él es el Mesías? La Biblia Textual 3a Edicion Mirad, habla con libertad, y nada le dicen. ¿Será posible° que los gobernantes hayan reconocido que éste es el Ungido? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pues ahí está hablando con toda libertad, y nadie le dice nada. ¿Habrán reconocido realmente las autoridades que éste es el Cristo? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas he aquí, habla públicamente y no le dicen nada: ¿Habrán en verdad reconocido los príncipes que verdaderamente Éste es el Cristo? |
Huye el malvado sin que nadie le persiga, el honrado se siente seguro como un león.
No flaqueará ni desmayará, hasta que imponga en la tierra equidad; las islas esperan su ense anza.
Y le env an unos disc pulos suyos, con los herodianos, para decirle: 'Maestro, sabemos que eres sincero, que ense as realmente el camino de Dios y que nada te importa de nadie, porque no te fijas en las apariencias de las personas.
Pero los fariseos y los doctores de la ley frustraron el plan de Dios respecto de ellos mismos por rechazar aquel bautismo.
Sin embargo, también de entre los jefes muchos creyeron en él; pero, por miedo a los fariseos, no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga.
Jesús le respondió: 'Yo he hablado públicamente a la vista de todo el mundo; siempre he ense ado en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los jud os, y no he dicho nada en la clandestinidad.
Hab a en el partido de los fariseos un hombre llamado Nicodemo, dignatario entre los jud os.
'Venid a ver a un hombre que ha adivinado todo lo que he hecho. ¿No será el Cristo?'.
Dec an algunos de Jerusalén: '¿Pero no es a éste al que buscan para matarlo?
Entre el pueblo, hubo muchos que creyeron en él y que dec an: 'Cuando llegue el Cristo, ¿acaso hará más se ales de las que ha hecho éste?'.
Esto dijeron sus padres, porque ten an miedo de los jud os; pues éstos hab an acordado ya que quien lo reconociera como Cristo fuera expulsado de la sinagoga.
Viendo la entereza de Pedro y de Juan, y habiendo comprobado que eran hombres iletrados y del vulgo, se maravillaban. Reconoc an que eran compa eros de Jesús.
y la mayor parte de los hermanos, cobrando confianza en el Se or a causa de mis cadenas, han redoblado su audacia para predicar sin miedo la palabra [de Dios].