Juan 6:64 - Biblia Castilian 2003 Pero hay entre vosotros algunos que no creen'. Efectivamente, Jesús sab a ya desde el principio quiénes eran los que no cre an y quién era el que lo iba a entregar. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar. Biblia Nueva Traducción Viviente pero algunos de ustedes no me creen». (Pues Jesús sabía, desde un principio, quiénes eran los que no creían y también quién lo traicionaría). Biblia Católica (Latinoamericana) Pero hay entre ustedes algunos que no creen.
Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién lo iba a entregar. La Biblia Textual 3a Edicion Pero hay entre vosotros algunos que no creen (porque desde el principio sabía Jesús quiénes eran los que no creían y quién era el que lo había de entregar). Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero hay entre vosotros algunos que no creen'. Efectivamente, Jesús sabía ya desde el principio quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le iba a traicionar. |
Sabiendo Jesús todo lo que le iba a sobrevenir, se adelantó y les dijo: '¿A quién buscáis?'.
Muchos de sus disc pulos, al o rlo, dijeron: '¡Son intolerables estas palabras! ¿Quién es capaz de escucharlas siquiera?'.
Pero Jesús, conociendo interiormente que sus disc pulos estaban murmurando de ello, les dijo: '¿Y esto os escandaliza?
Desde entonces, muchos de sus disc pulos se volvieron atrás y ya no andaban más con él.
Pero él segu a diciéndoles: 'Vosotros sois de aqu abajo; yo soy de allá arriba. Vosotros sois de este mundo; yo no soy de este mundo.
pero al que no conocéis. En cambio, yo s lo conozco. Si dijera que no lo conozco, ser a, al igual que vosotros, un embustero. Pero s lo conozco y guardo su palabra.
Porque a los que de antemano conoció, también de antemano los destinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que éste fuera el primogénito entre muchos hermanos.
Sin embargo, el sólido cimiento de Dios permanece firme y tiene sellada esta inscripción: El Se or conoce a los suyos; y esta otra: apártese de la maldad todo el que invoca el nombre del Se or.
Nada creado está oculto a su presencia: todo está desnudo y patente a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.