Y éste es el testimonio de Juan, cuando los jud os le enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas para preguntarle: '¿Quién eres tú?'.
Juan 6:52 - Biblia Castilian 2003 Pusiéronse entonces a discutir los jud os entre s, diciendo: '¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede este darnos a comer su carne? Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces la gente comenzó a discutir entre sí sobre lo que él quería decir. «¿Cómo puede este hombre darnos de comer su carne?», se preguntaban. Biblia Católica (Latinoamericana) Los judíos discutían entre sí: '¿Cómo puede éste darnos a comer carne?' La Biblia Textual 3a Edicion Entonces los judíos discutían unos con otros, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pusiéronse entonces a discutir los judíos entre sí, diciendo: '¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede Éste darnos a comer su carne? |
Y éste es el testimonio de Juan, cuando los jud os le enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas para preguntarle: '¿Quién eres tú?'.
D cele Nicodemo: '¿Cómo puede un hombre nacer cuando ya es viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el seno de su madre y volver a nacer?'.
Ella le contesta: 'Se or, ni siquiera tienes cubo, y el pozo es profundo. ¿De dónde, pues, vas a sacar tú ese agua viva?
Los jud os comenzaron a murmurar de él porque hab a dicho: 'Yo soy el pan bajado del cielo'.
Muchos de sus disc pulos, al o rlo, dijeron: '¡Son intolerables estas palabras! ¿Quién es capaz de escucharlas siquiera?'.
Algunos fariseos dec an: 'Este hombre no viene de parte de Dios, pues no guarda el sábado'. Pero otros replicaban: '¿Cómo puede un pecador realizar se ales como éstas?'. Y hab a división entre ellos.
Al o r 'resurrección de los muertos' unos se re an, y otros dijeron: 'Te oiremos hablar de esto en otra ocasión'.
En un plano puramente humano el hombre no capta las cosas del Esp ritu de Dios, porque son para él necedad; y no puede conocerlas, porque sólo pueden ser examinadas con criterios espirituales.