Juan 6:26 - Biblia Castilian 2003 Jesús les respondió: 'De verdad os aseguro que me andáis buscando, no porque habéis visto se ales, sino porque habéis comido pan hasta saciaros. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús les contestó: —Les digo la verdad, ustedes quieren estar conmigo porque les di de comer, no porque hayan entendido las señales milagrosas. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús les contestó: 'En verdad les digo: Ustedes me buscan, no porque han visto a través de los signos, sino porque han comido pan hasta saciarse. La Biblia Textual 3a Edicion Les respondió Jesús y dijo: De cierto, de cierto os digo: Me buscáis, no porque visteis señales, sino porque comisteis de los panes y os saciasteis. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jesús les respondió: 'De verdad os aseguro que me andáis buscando, no porque habéis visto señales, sino porque habéis comido pan hasta saciaros. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo: Me buscáis, no porque visteis los milagros, sino porque comisteis el pan y os saciasteis. |
Se acercan a ti como a una asamblea popular y mi pueblo se sienta delante de ti; oyen tus palabras, pero no las cumplen, porque de boca muestran mucho afecto, pero su corazón va tras sus negocios.
Jesús le respondió: 'De verdad te aseguro: quien no nace de lo alto, no puede ver el reino de Dios'.
Jesús respondió: 'De verdad te aseguro: quien no nace de agua y de Esp ritu no puede entrar en el reino de Dios.
Cuando vieron los hombres la se al que Jesús hab a realizado, dec an: 'Éste es, sin duda, el profeta que iba a venir al mundo'.
Entonces Jesús, conociendo que pretend an llevárselo a la fuerza para proclamarlo rey, se retiró de nuevo al monte él solo.
Le segu a una gran multitud, porque ve an las se ales que realizaba con los enfermos.
Cuando la multitud vio que no estaba all Jesús, ni tampoco sus disc pulos, subieron a las barcas y llegaron a Cafarnaún en busca de Jesús.
Entonces ellos le replicaron: 'Pues, ¿qué se al vas a dar tú, para que, al verla, creamos en ti? ¿Qué vas a realizar?
Pero Jesús les contestó: 'De verdad os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre no tenéis vida en vosotros.
Pero hay entre vosotros algunos que no creen'. Efectivamente, Jesús sab a ya desde el principio quiénes eran los que no cre an y quién era el que lo iba a entregar.
Esos tales no sirven a Cristo, Se or nuestro, sino a sus propios bajos apetitos y, con su modo de hablar lisonjero y adulador, seducen el corazón de los sencillos.
cuyo término es la perdición, cuyo Dios es el vientre y cuya gloria se funda en sus vergüenzas. Estos tales centran su atención en lo terreno.
y altercados sin cuento, cual corresponde a hombres de mentalidad corrompida y privados de la verdad, que hacen de la religión negocio.