Yo soy Yahveh tu Dios, el que te condujo desde Egipto: abre tu boca y pide, y yo la llenaré.
Juan 5:40 - Biblia Castilian 2003 Y, sin embargo, ¡no queréis venir a m para tener vida!' Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 y no queréis venir a mí para que tengáis vida. Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, ustedes se niegan a venir a mí para recibir esa vida. Biblia Católica (Latinoamericana) Sin embargo ustedes no quieren venir a mí para tener vida. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Y no queréis venir a mí para tener vida! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y, sin embargo, ¡no queréis venir a mí para tener vida!' Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y no queréis venir a mí para que tengáis vida. |
Yo soy Yahveh tu Dios, el que te condujo desde Egipto: abre tu boca y pide, y yo la llenaré.
(7a) As dice Yahveh, redentor de Israel, su Santo, al despreciado en el alma, al aborrecido de las gentes, al siervo de los tiranos:
¿Por qué, cuando vine, no hab a nadie; cuando llamé, nadie respondió? ¿Es demasiado corta mi mano para librar o no hay en m fuerza para salvar? Mirad: con mi amenaza seco el mar, convierto los r os en desierto; apestan sus peces por falta de agua y se mueren de sed.
Envió sus criados a llamar a los convidados al banquete, pero éstos no quisieron venir.
¡Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que han sido enviados a ella! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como la gallina reúne a [sus] polluelos bajo sus alas! Pero no habés querido.
El ladrón no viene sino para robar y matar y hacer estragos; yo he venido para que tengan vida, una vida plena.
Y ésta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
Vosotros investigáis las Escrituras, porque en ellas pensáis tener vida eterna. Pues son ellas, precisamente, las que dan testimonio de m.
¿Cómo vais a poder creer vosotros, que andáis aceptando gloria unos de otros, pero no buscáis la que viene del Dios único?
No trabajéis por conseguir el alimento perecedero, sino el que permanece para vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre, porque éste es el que el Padre, Dios, ha marcado con su sello'.
Todo lo que el Padre me da vendrá a m; y al que viene a m no lo echaré fuera.
Porque ésta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y que yo lo resucite en el último d a'.
Porque la paga del pecado es muerte, mientras la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Se or nuestro.
El Esp ritu y la esposa dicen: 'Ven'. El que oiga, diga: 'Ven'. Quien tenga sed, que se acerque. El que quiera, tome gratis del agua de la vida.