¡Jerusalén, Jerusalén: la que mata a los profetas y apedrea a los que fueron enviados a ella! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos como la gallina a sus polluelos bajo sus alas! Pero vosotros no quisisteis.
Juan 5:34 - Biblia Castilian 2003 No es que yo pretenda obtener de un hombre testimonio en mi favor; si os lo recuerdo, es para que os salvéis. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Pero yo no recibo testimonio de hombre alguno; mas digo esto, para que vosotros seáis salvos. Biblia Nueva Traducción Viviente Por supuesto, no necesito testigos humanos, pero digo estas cosas para que ustedes sean salvos. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo les recuerdo esto para bien de ustedes, para que se salven, porque personalmente yo no me hago recomendar por hombres. La Biblia Textual 3a Edicion Pero Yo no recibo el testimonio de parte de un hombre, pero digo esto para que vosotros seáis salvos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No es que yo pretenda obtener de un hombre testimonio en mi favor; si os lo recuerdo, es para que os salvéis. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero yo no recibo el testimonio de hombre; pero digo esto para que vosotros seáis salvos. |
¡Jerusalén, Jerusalén: la que mata a los profetas y apedrea a los que fueron enviados a ella! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos como la gallina a sus polluelos bajo sus alas! Pero vosotros no quisisteis.
Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido'.
y que en su nombre hab a de predicarse la conversión para el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén.
Éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.
Es otro el que da testimonio de m; y sé bien que el testimonio que él da de m, ése s es válido.
Respondió Jesús: 'Si yo me glorificara a m mismo, mi gloria no valdr a nada; es el Padre el que me glorifica, de quien vosotros dec s que es Dios vuestro,
Hermanos, el anhelo de mi corazón y mi oración a Dios por ellos es para que alcancen salvación.
En cambio, refiriéndose a Israel, dice: Todo el d a estuve con las manos extendidas hacia un pueblo rebelde y terco.
¿Pues qué importa que algunos no fueran fieles? ¿Acaso su infidelidad anulará la fidelidad de Dios?
Con los débiles me he hecho débil para ganar a los débiles. Me he hecho todo para todos, para salvar a algunos a toda costa.
Vigila sobre ti mismo y sobre lo que ense as. Mantente firme en todo ello, porque, haciéndolo as, te salvarás a ti mismo y a los que te escuchan.
Si aceptamos el testimonio de los hombres, el testimonio de Dios es mayor; pues éste es el testimonio de Dios, que ha testimoniado acerca de su Hijo.