Porque este hijo m o estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado'. Y comenzaron a celebrar la fiesta con alegr a.
Juan 5:25 - Biblia Castilian 2003 De verdad os aseguro: llega la hora, y es ésta, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios y los que la escuchen vivirán. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán. Biblia Nueva Traducción Viviente »Y les aseguro que se acerca el tiempo —de hecho, ya ha llegado— cuando los muertos oirán mi voz, la voz del Hijo de Dios, y los que escuchen, vivirán. Biblia Católica (Latinoamericana) Sepan que viene la hora, y ya estamos en ella, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la escuchen vivirán. La Biblia Textual 3a Edicion De cierto, de cierto os digo, que llega la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que oigan vivirán. Biblia Serafín de Ausejo 1975 De verdad os aseguro: llega la hora, y es ésta, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios y los que la escuchen vivirán. Biblia Reina Valera Gómez (2023) De cierto, de cierto os digo: Vendrá hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que oyeren vivirán. |
Porque este hijo m o estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado'. Y comenzaron a celebrar la fiesta con alegr a.
pero hab a que hacer fiesta y alegrarse, porque ese hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido hallado''.
Jesús le replicó: 'Deja que los muertos entierren a sus muertos; pero tú, vete a anunciar el reino de Dios'.
Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que hab a llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, y habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo.
As habló Jesús. Y levantando sus ojos al cielo, dijo: 'Padre, ha llegado la hora; glorifica a tu Hijo, para que el Hijo te glorifique a ti,
Contéstale Jesús: 'Créeme, mujer; llega la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.
Pero llega la hora, ya ha llegado, en que los verdaderos adoradores darán culto al Padre en esp ritu y en verdad; porque ésos son, precisamente, los adoradores que el Padre desea.
Pues lo mismo que el Padre resucita a los muertos devolviéndoles la vida, as también el Hijo da vida a los que quiere.
No os maravilléis de esto; porque llega la hora en que todos los que yacen en la tumba han de o r su voz:
Muchos de sus disc pulos, al o rlo, dijeron: '¡Son intolerables estas palabras! ¿Quién es capaz de escucharlas siquiera?'.
El que es de Dios escucha las palabras de Dios. Por eso no escucháis vosotros, porque no sois de Dios'.
Él les respondió: 'Ya os lo dije y no habéis hecho caso. ¿Para qué queréis o rlo de nuevo? ¿Es que también vosotros queréis haceros disc pulos suyos?'.
Pues por medio del bautismo fuimos juntamente con él sepultados en su muerte, para que, as como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, as también nosotros caminemos en una vida nueva.
también a nosotros, muertos por nuestros pecados, nos vivificó juntamente con Cristo - pues de gracia habéis sido salvados -,
Por eso se dice: 'Despiértate, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y brillará sobre ti Cristo'.
Y a vosotros, que estabais muertos en vuestros pecados y en vuestra carne incircuncisa, os vivificó juntamente con él, os perdonó todas las faltas,
Al ángel de la Iglesia de Sardes escribe: 'Esto dice el que tiene los siete esp ritus de Dios y las siete estrellas: 'Conozco tus obras. Se dice que vives, pero estás muerto.