No se apartará de Judá el cetro, ni de entre sus pies el bastón de mando, hasta que se le ofrezca el tributo y los pueblos le obedezcan.
Juan 4:41 - Biblia Castilian 2003 Y fueron muchos más los que creyeron por su palabra, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y creyeron muchos más por la palabra de él, Biblia Nueva Traducción Viviente tiempo suficiente para que muchos más escucharan su mensaje y creyeran. Biblia Católica (Latinoamericana) Muchos más creyeron al oír su palabra, La Biblia Textual 3a Edicion Y muchos más creyeron a causa de la palabra de Él, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y fueron muchos más los que creyeron por su palabra, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y creyeron muchos más por la palabra de Él. |
No se apartará de Judá el cetro, ni de entre sus pies el bastón de mando, hasta que se le ofrezca el tributo y los pueblos le obedezcan.
y se quedaban atónitos de su manera de ense ar, porque su palabra estaba revestida de autoridad.
Por eso, cuando los samaritanos llegaron ante él, le rogaban que se quedara con ellos. De hecho, se quedó all dos d as.
de suerte que le dec an a la mujer: 'Ya no creemos sólo por lo que tú nos has referido; pues nosotros mismos le hemos o do y sabemos que él es, verdaderamente, el Salvador del mundo'.
Es el esp ritu el que da vida, la carne de nada sirve. Las palabras que yo os he dicho son esp ritu y son vida.
sino que recibiréis la fuerza del Esp ritu Santo que vendrá sobre vosotros y seréis testigos m os en Jerusalén y en toda Judea y Samar a y hasta los confines de la tierra'.
Ellos, pues, provistos por la iglesia de lo necesario para el viaje, atravesaron Fenicia y Samar a, refiriendo la conversión de los gentiles y proporcionando una gran alegr a a todos los hermanos.
Pero cuando empezaron a creer en Felipe, que les anunciaba el evangelio sobre el reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.
Ellos, después de dar pleno testimonio y predicar la palabra del Se or, emprendieron la vuelta a Jerusalén y evangelizaban de paso muchas aldeas de samaritanos.
Nada creado está oculto a su presencia: todo está desnudo y patente a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.