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Juan 4:39 - Biblia Castilian 2003

Muchos samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por las palabras de la mujer, que atestiguaba: 'Me ha adivinado todo lo que he hecho'.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio diciendo: Me dijo todo lo que he hecho.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Muchos samaritanos de esa aldea creyeron en Jesús, porque la mujer había dicho: «¡Él me dijo todo lo que hice en mi vida!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Muchos samaritanos de aquel pueblo creyeron en él por las palabras de la mujer, que declaraba: 'El me ha dicho todo lo que he hecho.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y de aquella ciudad muchos de los samaritanos creyeron en Él a causa de la palabra de la mujer, que daba testimonio: ¡Me dijo todo lo que hice!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Muchos samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por las palabras de la mujer, que atestiguaba: 'Me ha adivinado todo lo que he hecho'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en Él por la palabra de la mujer, que testificaba diciendo: Me ha dicho todo lo que he hecho.

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Lòt tradiksyon



Juan 4:39
11 Referans Kwoze  

A estos doce los envió Jesús, con estas instrucciones: No vayáis a tierra de gentiles ni entréis en ciudad de samaritanos;


Al o r estas palabras, los dos disc pulos siguieron a Jesús.


Cuando vieron lo que hab a hecho, muchos de los jud os llegados a casa de Mar a creyeron en él.


'Venid a ver a un hombre que ha adivinado todo lo que he hecho. ¿No será el Cristo?'.


Salieron de la ciudad y fueron hacia él.


Yo os envié a cosechar lo que vosotros no habéis trabajado; otros realizaron su trabajo, y de él os habéis aprovechado vosotros'.


Por eso, cuando los samaritanos llegaron ante él, le rogaban que se quedara con ellos. De hecho, se quedó all dos d as.


de suerte que le dec an a la mujer: 'Ya no creemos sólo por lo que tú nos has referido; pues nosotros mismos le hemos o do y sabemos que él es, verdaderamente, el Salvador del mundo'.


Llega, pues, a una ciudad de Samar a, llamada Sicar, cerca de la finca que Jacob dio a su hijo José.


Pues sus disc pulos hab an ido a la ciudad a comprar alimentos.